Irán es el cuarto productor mundial de energía y ha decidido regular la criptominería hace unos meses después de varios cortes energéticos a causa de la migración de múltiples granjas chinas a este país por el bajo costo de la energía. La estrategia pareciera estar más en línea con «sino puedes con tu enemigo, únete a él» que a cualquier otro tipo de estrategia. El precio de la energía en Irán es una cuarta parte de lo que vale en China continental lo que explica que el consumo de energía para estos usos ya haya superado los 300 megavatios – un consumo similar a unas 100.000 personas – y haya puesto al país en el top ten de proveedores de criptominería a nivel mundial.
En el mes de mayo el presidente de Irán decidió prohibir la criptominería hasta septiembre de este año, sin embargo hace unos meses se anunció públicamente una nueva regulación que busca otorgar al Banco Central de Irán la potestad regulatoria junto con el Ministerio de Industria. De esta manera aquellas personas que quieran dedicarse a esta actividad deberán pedir un permiso al Banco Central y por otro lado obtener una licencia en el Ministerio de Industria, quien notificará a la Secretaría de Energía la demanda energética requerida a fin de construir las centrales energéticas necesarias para el desarrollo de la actividad. De todas maneras esta regulación que puede ser vista como BitCoin Friendly choca con la prohibición – en la misma regulación – del uso de Bitcoin como moneda de intercambio o de curso legal – a diferencia de lo sucedido hace unas semana en El Salvador.
De esta manera aquellas personas que quieran dedicarse a esta actividad deberán pedir un permiso al Banco Central y por otro lado obtener una licencia en el Ministerio de Industria, quien notificará a la Secretaría de Energía la demanda energética requerida a fin de construir las centrales energéticas necesarias para el desarrollo de la actividad.
El plan ha sido sumamente exitoso y ya se emitieron más de 2000 permisos lo que denota que había mucha más actividad funcionando de lo que se suponía. De esta manera Irán promete disputar con China el liderazgo mundial o incluso ser el reemplazante natural para todos los mineros que el país oriental está expulsando de su territorio. El desafío sigue siendo formalizar a este tipo de emprendimientos porque en la nueva regulación pagan un valor de energía ciertamente más alto que los usuarios residenciales.
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