En estas semanas el Partido Obrero Socialista Español ha presentado una Proposición No de Ley para impulsar la creación de una criptomoneda española. La discusión no es menor por el hecho de que el PSOE es quién gobierna pero además porque los países europeos han decidido prescindir de una moneda nacional de la mano del euro y los tratados que dieron origen a la Unión Europea. La Presidenta del Banco Central Europeo, Christine Legarde ha sido zigzagueante respecto a la idea de un euro digital y si bien en un principio se mostró contraria a las monedas digitales ya ha admitido que trabaja en una propuesta aunque no en el corto plazo.
La propuesta legislativa para una criptomoneda española es bastante escueta y en realidad insta al Banco de España a impulsar un grupo de estudio a fin de evaluar la posible implantación de una «moneda digital pública». En ese sentido no define el tipo de tecnología ni se inclina por una blockchain particular sino que habilita que se lleve a cabo una investigación y relevamiento a fin de «ofrecer una mayor estabilidad financiera tanto a la economía española como al conjunto de la eurozona, y recupere el carácter del dinero como bien público y bajo control democrático». Esta última frase tiene sin dudas que ver con el lanzamiento del Yuan Digital por parte de china por un lado y la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal por El Salvador por otro.
La discusión no es menor por el hecho de que el PSOE es quién gobierna pero además porque los países europeos han decidido prescindir de una moneda nacional de la mano del euro y los tratados que dieron origen a la Unión Europea.
Actualmente más del 80 por ciento de los bancos centrales del mundo se encuentran investigando el lanzamiento de monedas digitales y hace ya un año que el Banco de Pagos Internacionales ha animado a los miembros a trabajar mancomunadamente en la construcción de una nueva arquitectura de pagos mundial que podría establecerse sobre diferentes blockchains interoperables entre sí. Países como Uruguay, México o Brasil llevan la avanzada en América Latina y hasta ya han construido una infraestructura de pagos para preparar el terreno, por el contrario otros como Ecuador, Perú o Argentina están bastante lejos de la discusión del tema.
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