En el ideal de los anarcocapitalistas no hay Estado de ningún tipo. Hasta la justicia y la policía serían ejercidas por los privados, básicamente por el mejor oferente y el rol de estos servicios serán solamente para preservar la propiedad privada, emanación del individuo. Este ideal aparentemente extremista ha encontrado un camino para llevarse a cabo en una isla artificial construida sobre 16 plataformas en el medio del mar de la Polinesia Francesa.
El que está llevando a cabo este plan no es nada más ni nada menos que Patri Friedman, nieto del premio nobel de economía, destacado exponente del neoliberalismo Milton Friedman. Patri es un ex ejecutivo de Google y Silicon Valley dispuesto a jugársela toda en demostrar la viabilidad de la utopía planteada por su abuelo en el siglo XX. La visión es la de ciudades flotantes, completamente auto sustentables – en términos de energía y alimentos – y fundamentalmente libres de cualquier gobierno. El SeaSteading Institute es una organización creada hace unos diez años por Friedman y Wayne Gramlich con el objetivo de realizar los estudios necesarios, concientizar del tema – en Mayo del año pasado realizaron una conferencia en Tahití con buenos sponsors – y conseguir el financiamiento imprescindible para llevar a cabo este sueño. Peter Thiel, multimillonario y fundador de Pay Pal ha quedado seducido por la idea y ha sido hace unos años su primer financista con medio millón de dólares. El término SeaSteading se refiere a una forma de construcción marina imaginada hace tiempo de pequeños Estados Naciones, lo más parecido a esto es el delirante Principado de Sealand – edificado sobre una plataforma marina – conocida como la micronación más pequeña del mundo y cuyo gobierno de monarquía hereditaria ostenta hoy Michael Bates, hijo del fundador.
El que está llevando a cabo este plan no es nada más ni nada menos que Patri Friedman, nieto del premio nobel de economía, destacado exponente del neoliberalismo Milton Friedman.
Ya hay un modelo planteado y se espera que pueda lanzarse al mar hacia el 2020 para poder habitarlo con sus primeros 1000 habitantes. El prototipo es el de plataformas pentagonales y rectangulares capaces de soportar edificios de 3 pisos de hormigón en los que habrá viviendas, oficinas, hoteles y huertas auto sustentables en invernaderos que darán el alimento necesario durante todo el año. La energía será obtenida de paneles solares y molinos de energía eólica. La empresa surgida de esta iniciativa se llama Blue Frontiers y se propone transformarse en una constructora de islas artificiales.
Ya existen unos 1200 voluntarios deseosos de participar de esta primera experiencia de isla anarquista. Son de 67 países distintos – varios de ellos latinoamericanos – aunque más de la mitad son norteamericanos. Aquí en una charla TEDX en San Francisco se puede ver al mismo Patri Friedman contando su proyecto, habrá que esperar a ver cómo evoluciona.
- Se estrenó «La Argentina de Milei: La crueldad al poder» - 21 noviembre, 2024
- Wearables para la Salud, la nueva revolución - 20 noviembre, 2024
- Brics Pay, el nuevo sistema que amenaza el dólar - 13 noviembre, 2024