La Organización Mundial del Trabajo acaba de publicar un duro informe acerca de la situación mundial del empleo en el contexto de la pandemia y las cuarentenas parciales o totales. Según el informe el 81 por ciento del total del empleo mundial se encuentra afectado en mayor o menor medida y los países. De todos los sectores de la economía aquellos empleos vinculados al comercio al por mayor y al por menor; la reparación de vehículos de motor y motocicletas; las industrias manufactureras; las actividades inmobiliarias; las actividades administrativas y comerciales; las actividades de alojamiento y de servicio de comidas son los sectores más afectados. Esos empleos involucran 1.250 millones de trabajadores en todo el mundo, lo que representa casi el 38 por ciento de la fuerza de trabajo mundial y que encuentran fuertemente comprometida su subsistencia. En las economía como las de Estados Unidos estos empleos en riesgo representan algo así como el 43 por ciento. En las últimas semanas hemos visto cómo se multiplicaban hasta un récord histórico el pedido de seguros de desempleo.
Según el informe el 81 por ciento del total del empleo mundial se encuentra afectado en mayor o menor medida y los países.
En el caso de la construcción la afectación es muy amplia aunque diferenciada en algunos países. El informe destaca además a los 136 millones de trabajadores del área de la atención social y de la salud, actividades que cumplen en un 70 por ciento las mujeres y que corren mayor riesgo de contraer COVID 19 y que son algo así como el 90 por ciento del personal de enfermería. El informe se ocupa además de unas 2000 millones de personas que forman parte de la economía informal y que no tienen ningún tipo de ingresos en este contexto.
La situación del empleo a nivel mundial es preocupante. Más allá de todo lo que evidentemente afectará la pandemia ya el compromiso frente al cambio tecnológico también era significativo. En ese sentido crecen las voces que proponen modificar el esquema de seguridad social y avanzar hacia un esquema de Renta Básica Universal para garantizar la subsistencia de millones de personas. Es evidente que el mundo no será el mismo antes y después de COVID 19. Lo que tiene claro la OIT es que es imprescindible hoy más que nunca la acción de los estados para evitar mayores males ante un panorama que no permite ser demasiado optimista.
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