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Estonia implementa transporte público gratuito para combatir la contaminación

Transporte Estonia

A partir de Julio de este año el transporte publico en Estonia es prácticamente gratuito, sólo hace falta pagar un simbólico abono de 2 euros para acceder a una red de transporte que se propone como una vía efectiva para bajar significativamente la polución ambiental.

Otros países como Alemania ya están experimentando con esta política pública aunque ha sido el pequeño país – ex satélite soviético – el que ha avanzado y lleva la vanguardia, como en temas de tecnología que le han valido a Estonia llevar el mote de el «Silicon Valley» de Europa.

A partir de Julio de este año el transporte publico en Estonia es prácticamente gratuito, sólo hace falta pagar un simbólico abono de 2 euros para acceder a una red de transporte que se propone como una vía efectiva para bajar significativamente la polución ambiental.

La historia comenzó en el año 2013, cuando los ciudadanos de su capital Tailin decidieron a través de un referéndum que el transporte público debía ser gratuito en la ciudad. A partir del enero del 2016 y con una tarjeta verde que tiene un costo de 2 euros para los residentes los ciudadanos pueden moverse libremente por la ciudad. El impacto de esta política pública ha demostrado mayor radicación de residentes – y aumento de la recaudación tributaria-, acceso al transporte de personas con menores ingresos, menos automóviles en las calles y menos contaminación sonora y ambiental entre otros beneficios. Naturalmente hubo que aumentar la cantidad de buses que transitan la ciudad, proceso que no representó problemas de tránsito sino al contrario por la reducción de automóviles que transitan la ciudad.

A partir del 1 de julio los diferentes estados de Estonia pueden adherir libremente a esta política que se ha transformado en nacional y que tiene por objeto reducir la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero. Europa ha decidido emprender una decisiva batalla contra la contaminación y exigir a los estados miembros un cupo bastante alto, que requiere de políticas activas para terminar con este flagelo que amenaza con destruir nuestro ecosistema. El objetivo es tener una economía baja en carbono para el 2050 con una reducción del 80 por ciento de los gases emitidos respecto a 1990. Los objetivos intermedios hablan de un 40 % menos para 2030 y un 60 % menos para 2040.

La historia comenzó en el año 2013, cuando los ciudadanos de su capital Tailin decidieron a través de un referéndum que el transporte público debía ser gratuito en la ciudad.

Estonia ya tiene subsidiado el 80 % de los transportes regionales e invertirá un total de 35 millones de euros para poder avanzar en el 20 restante y garantizar para sus residentes el transporte público en todo su territorio.

 

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Etiquetas: , , , , , , Last modified: 29 noviembre, 2018
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