En una decisión importante Google renuncia a anuncios políticos siguiendo la línea de Twitter y no permitirá ciertas segmentaciones políticas en su plataforma Adsense. A partir de ahora los anunciantes no podrán segmentar de acuerdo a las preferencias políticas de los usuarios, información que obtenían del historial de búsquedas y navegación en cambio sí seguirán pudiendo geolocalizar a través del código postal sus anuncios. Google, que controla el 90 por ciento de las búsqueda online, deja con esta decisión a Facebook muy sólo y complica su estrategia de defensa.
Tanto Alexandria Ocasio Cortez como Elizabeth Warren han acusado a la red social de Mark Zuckerberg de ser una herramienta de manipulación electoral y difusión de fake news. La defensa de Facebook ha sido más bien confusa y la decisión de Twitter y ahora Google lo deja en soledad y muy expuesto, al punto de que hoy mismo la empresa a dejado ver la posibilidad de efectivamente cambiar su postura. La polémica de cómo afectan las plataformas tecnológicas la democracia encontró su punto cúlmine en el escándalo de Cambridge Analytica. A partir de los triunfos del Brexit y Donald Trump amplios sectores de la política expusieron la necesidad de regular la utilización de las campañas políticas por parte de esta herramienta publicitaria.
Google, que controla el 90 por ciento de las búsqueda online, deja con esta decisión a Facebook muy sólo y complica su estrategia de defensa.
La nueva política de anuncios empezará a funcionar en el Reino Unido y a partir del 6 de enero será mundial. Respecto a la veracidad de los anuncios permitidos la empresa incorporará tecnología para combatir deep fakes o anuncios de contenido engañoso o que atenten contra la participación democrática. En definitiva, Google renuncia a anuncios políticos por presión de la política norteamericana y se supone que Facebook cambie su mirada en el corto plazo.
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