Ya todo el mundo sabe que Argentina es el 3er o 4to país del mundo en cuanto a reservas probadas de litio, algo así como un cuarto de las reservas mundiales y su participación en la extracción mundial pasó del 11 % al 16 % el último año. También se sabe lo estratégico que es éste mineral para la producción de baterías de diferente tipo y en todos lados se habla del «oro blanco». Pero, ¿Cuál es el alcance real de este mineral para nuestro país?
A nivel mundial, la demanda de litio crece y se espera en los próximos cuatro años un crecimiento de entre un 22% y un 28%, lo que implicará que el consumo se ubique entre las 150.000 y las 170.000 Tn anuales. La Argentina tiene hoy una capacidad instalada de producción de 35.500 toneladas y varios proyectos en carpeta. Por lo pronto hay 4 grandes emprendimientos que comenzarán en los próximos años a producir y que podrían triplicar la producción en unos 5 años es decir superar las 100.000 toneladas. China, Corea del Sur y Japón son los mayores consumidores mundiales. Hace algunos años que la demanda crece por arriba de la oferta y el precio pasó de 5,000 dólares a 7,500 dólares la tonelada en los últimos años, aún así, todavía no cotiza en bolsa.
Argentina es el 3er o 4to país del mundo en cuanto a reservas probadas de litio, algo así como un cuarto de las reservas mundiales.
Más allá de este importante desafío minero el desafío más interesante es el posterior es decir, la industrialización en origen de este mineral. Siempre que se habla de litio se piensa en las baterías de los teléfonos, tablets y computadores, sin embargo no está el país en condiciones de competir en ese mercado. Ya existe una buena cantidad de plantas de ese tipo instaladas en China, Italia y República Checa que tienen contratos a futuro con los principales productores mundiales de telefonía celular. Un mercado bastante saturado.
En las áreas en las que sí podríamos competir se encuentran las de mayor demanda futura y son básicamente dos. La primera es la de almacenamiento de energía solar y eólica para hogares. Este tipo de baterías son de muy fácil construcción y se espera que el mercado crezca rápidamente a partir del abaratamiento de la tecnología y la incorporación de la posibilidad de sumar energía al sistema eléctrico a los usuarios particulares. Se calcula que cada una de esas baterías vale hoy entre 1200 y 2000 dólares.
A nivel mundial, la demanda de litio crece y se espera en los próximos cuatro años un crecimiento de entre un 22% y un 28%, lo que implicará que el consumo se ubique entre las 150.000 y las 170.000 Tn anuales. La Argentina tiene hoy una capacidad instalada de producción de 35.500 toneladas y varios proyectos en carpeta. Por lo pronto hay 4 grandes emprendimientos que comenzarán en los próximos años a producir y que podrían triplicar la producción en unos 5 años es decir superar las 100.000 toneladas.
La segunda área es la de mayor crecimiento de la demanda y es la de la batería para los autos híbridos y eléctricos. Básicamente es la misma que la batería tradicional, pero a diferencia de cadmio contiene litio. El valor de esta batería es mucho más interesante y se ubica entre los 12.000 y los 25.000 dólares. La Argentina se ubica número 20 en el ranking de los países productores de autos y pretende llegar a producir 1.000.000 de autos anuales. Las baterías de autos eléctricos podría transformarse en una propuesta concreta y real de nivelar la balanza comercial con nuestro principal socio comercial: Brasil. Uno de los eternos problemas es el déficit comercial que tenemos con el país carioca a causa de la integración irregular de la industria automotriz con nuestro vecino, esto podría empezar a resolver el problema en una industria que avanza rápidamente hacia un nuevo modelo. El déficit alcanzó el año pasado un récord histórico y se ubicó en 8000 millones de dólares.
Hay expectativas respecto de que la demanda de litio crezca de forma exponencial a medida que se cambie el modelo energético de la industria automotriz. En ese sentido en Europa se espera que en 12 años, al menos la mitad de los autos sean eléctricos y que en el 2050 no haya ningún auto de combustión tradicional transitando en ninguna de sus ciudades. Uno de los problemas a resolver sigue siendo el precio de las baterías de los autos (25.000 dólares) en este sentido, las nuevas formas de extracción – patentadas por el Conicet y la empresa tecnológica de YPF: Y-TEC – permitirán optimizar el proceso y hacerlo mucho más amigable con el medioambiente.
Sin dudas, el litio representa una oportunidad decisiva para la Argentina. Ojalá podamos aprovecharla.
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