Written by Redacción• 27 julio, 2018• 6:15 PM• FUTURO, PORTADA

Autorizan en Estados Unidos a sus ciudadanos a imprimir sus propias armas de fuego 3D en sus casas

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En una decisión sorpresiva y polémica el Departamento de Justicia de Estados Unidos dejó sin efecto la prohibición de subir los planos que indican cómo imprimir en una impresora 3D hogareña una arma de fuego habilitando de esta manera a que cualquier ciudadano norteamericano que lo desee a fabricarla por sí mismo. Esto contribuirá naturalmente a que aumente el número de armas de fuego en poder de la población civil en un momento en el que el país se sigue debatiendo a raíz de las permanentes matanzas la conveniencia o no de ser más restrictivos en esta potestad, muy arraigada en la cultura estadounidense.

La decisión llega después de cuatro años de litigio judicial entre el Departamento de Estado y las empresas fabricantes de los planos, fundamentalmente la empresa «Defense Distributed«. Miles de usuarios bajaron las instrucciones para fabricar estas armas cuando se popularizaron en Internet en el año 2013 y esto generó un planteo judicial de parte del Departamento de Estado bajo la premisa de que exponer esta información en Internet violaría el Reglamento de Tráfico Internacional de Armas. La Fundación para la Segunda Enmienda y otras organizaciones pro armas apelaron esta decisión basándose en el derecho de todo ciudadano norteamericano a proveerse de armas para defenderse y finalmente consiguieron revertir aquella prohibición que además, tenía limitaciones técnicas, como cualquier otra iniciativa tendiente a prohibir la circulación de contenido en Internet.

Esto contribuirá naturalmente a que aumente el número de armas de fuego en poder de la población civil en un momento en el que el país se sigue debatiendo a raíz de las permanentes matanzas la conveniencia o no de ser más restrictivos en esta potestad, muy arraigada en la cultura estadounidense.

A partir del 1 de agosto los planos para imprimir aquella pistola 9mm del 2013, llamada «Liberator» volverán a estar en línea a disposición de cualquier persona que quiera descargarlos e imprimirse su propio modelo en su casa. Estas armas tienen dos particularidades que las hacen sumamente peligrosas: no puede ser rastreado quién descarga e imprime los planos y – al ser prácticamente todas de plástico – no pueden ser descubiertas por los detectores de metales que se usan habitualmente.

Miles de usuarios bajaron las instrucciones para fabricar estas armas cuando se popularizaron en Internet en el año 2013 y esto generó un planteo judicial de parte del Departamento de Estado bajo la premisa de que exponer esta información en Internet violaría el Reglamento de Tráfico Internacional de Armas.

En estos años, a pesar de no haber podido estar online se siguieron desarrollando nuevos modelos. Ya no sólo el fundador de Defense Distributed, Cody Wilson, sino ya toda un grupo de entusiastas. En este viejo video de hace 5 años podemos ver a Cody Wilson disparar y presentar su arma Liberator:

Se calcula que en Estados Unidos mueren unas 27 personas por día a causa de disparos ejecutados por arma de fuego. Otros informes en cambio, son más duros aún y hablan de unos 93 fallecidos diarios, lo que equivale a más de 33.000 muertos al año. Los daños a lamentar no sólo son vidas humanas, se calcula – según un informe de la Campaña Brady que busca prevenir el acceso a las armas – cada día unas 222 personas sobreviven tras recibir disparos, algunas de ellas con lamentables consecuencias. La preocupación de muchos sectores de la población es que con esta decisión del Departamento de Justicia el número pueda aumentar. Más allá de las evidentes consideraciones éticas, el libre acceso a toda la información que nos ofrece Internet, seguirá generando polémicas y la colisión de varios derechos, en este caso: el derecho a la vida, el derecho a la seguridad, el derecho – afianzado en importantes sectores de la sociedad norteamericana – de proveerse de armas y también, el derecho a acceder a toda la información que se encuentra disponible en el mundo.