Mucho se está hablando en estos días de la entrada en vigencia el 25 de mayo de la nueva política de datos que sancionó el parlamento europeo, más conocida como Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD). Chile, Tailandia, Corea del Sur o Japón son algunos de los primeros países que ya están desarrollando su propio reglamento para la utilización de datos con alguna inspiración europea. Sin dudas este reglamento no sólo modificará la forma en la que las empresas tecnológicas usan y almacenan los datos de sus usuarios sino que traerá aparejado cambios en todo el mundo.
La primera obligación de todas que impone la nueva legislación es la obligación de que tengas claro qué tipo de consentimiento estás usando en tu cesión de datos y para qué cosas autorizas que esos datos se usen. Este punto, neurálgico, es sin embargo el que menos cambios originará. Se supone que las plataformas seguirán obteniendo nuestro consentimiento en políticas de privacidad eternas y cuya lectura es improbable. Es decir, todos los mails que estás recibiendo sobre cambios en los términos de las políticas de privacidad y casi nadie lee.
Sin dudas este reglamento no sólo modificará la forma en la que las empresas tecnológicas usan y almacenan los datos de sus usuarios sino que traerá aparejado cambios en todo el mundo.
El reglamento es muy taxativo respecto a la necesidad de proteger los datos de los menores de edad. Hace muy poco estalló una polémica por el uso que Youtube hace de los datos de los menores y esto zanjaría la polémica cargando la responsabilidad en las plataformas de chequear la edad de sus usuarios y no vulnerar los derechos de privacidad de los menores de edad.
Una de las cosas más novedosas es la «Portabilidad de datos». Este término nos suena por la telefonía movil y la obligación de dejarte llevar tu número de teléfono y tus datos a cualquier otra compañía. En este caso, todas las empresas están obligadas a darte un archivo con tus datos que sea perfectamente compatible con otra plataforma. Por caso, podríamos pedirle a Facebook todos nuestros datos en un archivo que nos permita incorporarnos con toda esa información en otra red social. También obliga el RGPD a que las empresas tengan que facilitar absolutamente toda la información que tengan sobre una determinada persona en un archivo fácil de leer.
Los hackeos deben ser informados con un máximo de 72 horas después de sucedidos. Es decir, apenas se contemple el robo de datos debe ser informado por los usuarios sin demora para que ellos desarrollen una estrategia de protección de esos datos de forma inmediata. También obliga a las empresas a crear la función de «Delegado de datos» para interactuar con la Agencia Nacional de Datos que cree cada estado y que será la encargada de llevar adelante las sanciones y multas – cuyos montos han ascendido bastante, hasta el 4 % de la recaudación total de una empresa, por ejemplo – y garantizar el efectivo cumplimiento del reglamento.
Una de las cosas más novedosas es la «Portabilidad de datos». Este término nos suena por la telefonía movil y la obligación de dejarte llevar tu número de teléfono y tus datos a cualquier otra compañía. En este caso, todas las empresas están obligadas a darte un archivo con tus datos que sea perfectamente compatible con otra plataforma.
La novedad más interesante es sin dudas el «Derecho al olvido», una decisión que ya había sido implementada en algunos tribunales europeos respecto a Google u otros buscadores pero que ahora contempla la posibilidad de extender este derecho a otras empresas: bancos, instituciones universitarias, financieras, aseguradoras, publicitarias u cualquier otro servicio de internet o empresa. Este derecho es el que permite que podamos obligar a borrar informaciones sobre nosotros mismos que prefiramos mantener ocultas, inexactas o cualquier otra que nos perjudique civil o moralmente.
En definitiva, hay dudas respecto a cuánto va a impactar esta nueva política de datos en el desarrollo de las empresas tecnológicas en un mundo que utiliza cada vez más el Big Data y frente al enorme desafío que impone el Machine Learning y la Inteligencia Artificial. Incluso hay quiénes dicen que este reglamento puede ralentizar el desarrollo de la IA en Europa y por tanto un obstáculo para el desarrollo en la etapa histórica que viene. Como sea, Elon Musk y Stephen Hawkings son dos de las personas que han dicho ya que frente a la Inteligencia Artificial debemos ser preventivos más que proactivos, porque caso contrario, puede que sea demasiado tarde.
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