A partir del 22 de noviembre la red social Twitter renuncia a la publicidad política: «Creemos que el alcance de los mensajes políticos se debe de ganar, no comprar», ha sido el mensaje de su CEO Jack Dorsey. Obviamente esta decisión tiene que ver con la polémica mundial que hay acerca de las fake news que se utilizan en las campañas políticas en todo el mundo y la responsabilidad que le cabe a las redes sociales en ese proceso. Hace algunos días veíamos a la legisladora demócrata Alexandria Ocasio Cortez presionando a Mark Zuckerberg en el congreso o la reciente polémica de la precandidata a presidenta Elizabeth Warren con la compañía que tiene mayor cantidad de usuarios a nivel mundial.
We’ve made the decision to stop all political advertising on Twitter globally. We believe political message reach should be earned, not bought. Why? A few reasons…🧵
— jack 🌍🌏🌎 (@jack) 30 de octubre de 2019
«Un mensaje político gana alcance cuando la gente decide seguir una cuenta o retuitear. Pagar por alcance remueve esa decisión, fuerza a la alta optimización de mensajes políticos dirigidos a la gente», ha expresado la empresa en un mensaje rápido de un contexto de mucha animosidad contra las redes sociales por parte de la política estadounidense. Desde el equipo de campaña de Donald Trump la decisión fue tomada como algo personal, ya que esta red es aquella en la que el presidente norteamericano tiene más popularidad. Incluso se animaron a dejar correr el rumor de que la decisión de la compañía sólo tenía que ver con la campaña norteamericana – y para perjudicar a actual mandatario – y que luego de la reelección de Trump la empresa revería su decisión.
La noticia de que Twitter renuncia a la publicidad política ha impactado en la política norteamericana y deja a Facebook demasiado expuesto después de haber dicho que no reevería anuncios de dirigentes políticos porque eso sería realizar censura. Es probable que estemos ante un cambio radical de la forma en la que las campañas políticas se hacían en el último tiempo. Según Dorsey el crecimiento de un contenido político en su red debería darse por el valor que dan los usuarios a ese contenido y no el pago que los políticos hagan para mejorar el alcance de su mensaje. Los políticos tendrán que pensar mejores ideas, ideas que crezcan sin pauta ni publicidad.
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