Las mediciones oficiales de contaminación indican que los alemanes ingieren demasiado dióxido de nitrógeno, un gas que irrita las vías respiratorias y que el causante – entre otras cosas – es el diésel que utilizan sus autos. Por otro lado la industria automotriz alemana es por lejos, una de las más poderosas del mundo. El Ejecutivo Alemán ha lanzado una propuesta audaz: proponer transporte gratuito en 5 ciudades alemanas para reducir el uso del automóvil. Esta discusión lleva bastante tiempo en Europa, Londres, por ejemplo ha afirmado que en el 2050 sólo el 20 % de los desplazamientos serán en auto, o París ya empieza a hablar de prohibir los autos a diésel para el 2024 y los de gasolina para 2030.
La ministra de Medio Ambiente Barbara Hendricks es una de las voceras de esta medida que busca reducir al máximo el uso del transporte privado. Bonn, Essen, Reutlingen, Mannheim y Herrenberg son las cinco ciudades elegidas que, una vez definidos los presupuestos y los costos, comenzarán con esta experiencia antes de fin de año. La propuesta general incluye también limitar el transporte más contaminante como autobuses y taxis, restricciones al tráfico en el centro histórico de las ciudades y el fomento del uso compartido de auto.
Bonn, Essen, Reutlingen, Mannheim y Herrenberg son las cinco ciudades elegidas que, una vez definidos los presupuestos y los costos, comenzarán con esta experiencia antes de fin de año. La propuesta general incluye también limitar el transporte más contaminante como autobuses y taxis, restricciones al tráfico en el centro histórico de las ciudades y el fomento del uso compartido de auto.
Alemania es uno de los países que enfrenta multas más fuertes por parte de Bruselas por incumplir los límites de contaminación establecidos. En ese sentido, si bien el Comisariato Europeo ha ampliado los plazos para la presentación de planes concretos a los países que no están cumpliendo, la propuesta del Ejecutivo alemán responde a esta urgencia.
De todas maneras la incertidumbre genera también voces en contra o que por lo menos dudan de la factibilidad de la propuesta. «No conozco ningún fabricante que pueda entregar la cantidad de autobuses eléctricos que necesitaríamos», ha sugerido el alcalde de Bonn a la Agencia DPA. También otras voces, piden prudencia hasta definir con claridad quién y de qué forma se financiará este plan que sin dudas, implicará un costo financiero interesante para ciudades sin la espalda económica necesaria para afrontarla.
Alemania es uno de los países que enfrenta multas más fuertes por parte de Bruselas por incumplir los límites de contaminación establecidos. En ese sentido, si bien el Comisariato Europeo ha ampliado los plazos para la presentación de planes concretos a los países que no están cumpliendo, la propuesta del Ejecutivo alemán responde a esta urgencia.
Sin dudas el gobierno de Angela Merkel quedará en la historia por su mirada del medioambiente. Pocos recuerdan que en los comienzos de su gobierno-hace muchos años, apenas después del desastre nuclear de Fukushima – puso todos los esfuerzos de la economía alemana para fomentar las energías renovables y alternativas frente a la dura crítica de gran parte del espectro político alemán.
Es músico y escritor. Se me ha perdido una canción (2011), Mis canciones (2014) y Seré canción entonces… (2018) son sus tres discos. Ha publicado también la novela Una tumba sin nombre (2012) y el ensayo Renta Básica Universal: Por qué y cómo terminar para siempre con la pobreza. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Universidad Austral, Argentina), Master en Acción Política y Participación Ciudadana (Universidad del Rey Juan Carlos, España) y Diplomado en Gestión Pública (Instituto Tecnológico de Monterrey, México). Es fundador, director y editor de la Revista Algoritmo.
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