Canadá se transformó en el segundo país del mundo en legalizar el uso recreativo de marihuana después de Uruguay, el primero del G 7 y de G 20. Había sido una promesa de campaña del Primer Ministro Justin Trudeau y la norma entrará en vigencia el 17 de octubre. Con 59 votos a favor, 29 en contra y 2 abstenciones el Senado aprobó este martes la producción y el consumo del cannabis para uso recreativo.
El cannabis había sido prohibido en 1923 y si bien su uso medicinal estaba permitido desde el 2001 en su campaña, Justin Trudeau había prometido su legalización total. El martes celebró la aprobación con un tuit argumentando que «Ha sido muy fácil para nuestros niños conseguir marihuana y para los criminales cosechar los beneficios. Hoy cambiamos eso», dijo.
It’s been too easy for our kids to get marijuana – and for criminals to reap the profits. Today, we change that. Our plan to legalize & regulate marijuana just passed the Senate. #PromiseKept
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) 20 de junio de 2018
Entre las limitaciones que impone la ley está la potestad de producir marihuana a gran escala sólo por las empresas autorizadas con ese fin, muchas de las cuales ya la producen para uso medicinal y que la venta de la misma se realice en tiendas cuya propiedad es de las provincias altamente controladas y por supuesto a mayores de 18 años (19 en algunas provincias). En términos de auto cultivo cada hogar podrá producir hasta un máximo de 4 plantas. Por otro lado la posesión individual en la vía pública no puede ser nunca superior a 30 gramos. Por último el 75 por ciento de la recaudación impositiva será para las provincias y el 25 % restante engrosará las arcas federales.
Este último punto es sumamente interesante para aquellos que impulsan la legalización del uso recreativo del cannabis a nivel mundial. Un estudio llevado a cabo por la consultora Seedo calculó que sólo la ciudad de Buenos Aires – aplicando a la industria del cannabis la misma regulación que a las tabacaleras – podría recaudar unos 25 millones de dólares anuales, esto es unos 700 millones de pesos, una suma nada despreciable.
Si bien Canadá y Uruguay son los únicos países que formalmente tienen el uso recrativo del cannabis legalizado hay muchas más experiencias en el mundo. Sólo en Estados Unidos 9 estados lo tienen legalizado (entre ellos California) y otros 30 lo tienen autorizado para usos medicinales. Entre los aparentes beneficios de la legalización los partidarios enumeran: la recaudación impositiva que permite hacer programas de concientización de uso responsable, al terminar con el mercado negro se dificulta el acceso de los menores a la marihuana, mejora de la calidad de la marihuana consumida y generación de puestos de trabajo.
Un estudio llevado a cabo por la consultora Seedo calculó que sólo la ciudad de Buenos Aires – aplicando a la industria del cannabis la misma regulación que a las tabacaleras – podría recaudar unos 25 millones de dólares anuales, esto es unos 700 millones de pesos, una suma nada despreciable.
La industria de la marihuana crece a pasos agigantados. Ya Canadá cuenta con grandes corporaciones como la Cannabis giant Canopy Growth Corporation y es probable que experimente un fuerte crecimiento a partir de este año. En Estados Unidos – según la consultora BDS Analytics- la industria empleó unas 121.000 personas en 2017 y de mantenerse estable el crecimiento el número de trabajadores podría alcanzar para 2021 unos 292.000, aunque sin mensurar el comercio internacional o la incorporación de grandes mercados para el sector. Estimaciones razonables indican que si se legalizara el consumo en el resto de Estados Unidos la industria sería de unos 36.800 millones de dólares algo más que los 30.000 millones de dólares de divisas que ingresa todo el sector agropecuario argentino.
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