La ciudad de Denver se ha transformado el martes en la primera ciudad de Estados Unidos en «legalizar» la psilocibina, la sustancia psicoactiva que contienen los llamados hongos alucinógenos. La psilocibina ha estado prohibida a nivel federal desde la década del 60 cuando su uso se popularizó entre la población hippie para su uso recreativo. Tanto el Alcalde como el Fiscal General del distrito mostraron su oposición a la iniciativa ciudadana aunque no organizaron ninguna campaña activa contra el tema. En realidad, la votación no no legaliza los hongos per sé – porque eso sería una potestad federal – pero prohibe a la ciudad gastar recursos para imponer sanciones penales a quienes los posean, lo que en la práctica es una despenalización.
La iniciativa ciudadana fue apoyada por el Partido Liberal y el Partido Verde del Estado de Colorado y contó con el apoyo del grupo «Descriminalizar Denver», un grupo anónimo de ciudadanos que impulsaron el plebiscito que tuvo un resultado sumamente ajustado. Denver fue en el 2005 la primera ciudad en despenalizar la posesión de marihuana para uso personal.
En realidad, la votación no no legaliza los hongos per sé – porque eso sería una potestad federal – pero prohibe a la ciudad gastar recursos para imponer sanciones penales a quienes los posean, lo que en la práctica es una despenalización.
En el caso de la Psilocibina, si bien la investigación científica es muy escasa (debido a su prohibición) algunos estudios preliminares afirman que podrían ayudar para combatir la ansiedad, combatir la depresión y el estrés postraumático. Un estudio publicado hace dos años en la revista Nature evidenció que el 47% de los pacientes que experimentaron depresión resistente a las terapias tradicionales mostraron respuestas positivas después de recibir un tratamiento de cinco semanas con psilocibina. La prestigiosa Universidad Hopkins pidió el año pasado que se elimine de las sustancias prohibidas a nivel federal para poder profundizar los estudios.
En definitiva esta iniciativa pareciera enmarcarse en la cada vez más clara política de despenalización de las drogas en un cambio de mirada por parte de las agencias de seguridad norteamericanas. Por caso Donald Trump eliminó al cannabis de la lista de cultivos prohibidos en su última ley de agricultura y el consumo de marihuana ya es legal en al menos unos 10 estados. ¿Estaremos ante el fin de la política de combate de las drogas? Tal vez comiencen los estados a pensar la problemática de las drogas como asuntos de salud pública antes que como asuntos de seguridad pública.
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