Sorprendió a todo el mundo la decisión de Donald Trump de nombrar como Secretario de Estado (el cargo más importante de su gobierno) a Rex Tillerson, CEO de Exxon Mobile. Su amistad con Putin y con Rusia es motivo de debate en Estados Unidos pero empieza a revelar algunos de los interrogantes acerca de la visión geopolítica que Donald Trump tiene acerca del mundo.
En principio podemos evaluar dos cosas: un intento de coalición Norteamericana-Rusa para “poner orden en el mundo”. No nos olvidemos que de las 15.000 ojivas nucleares activas estos dos países tienen 14.500, es decir que Donald Trump y Vladimir Putin tienen los códigos de más del 95 por ciento de las armas de destrucción masiva del mundo.
El segundo dato importante es que – como a lo largo de toda la diplomacia del siglo XX – el vector energético va a ser decisivo en el desarrollo de la geopolítica mundial. En ese sentido la elección de Rex Tillerson es bastante explícita.
¿Quién es Rex Tillerson? Desde 2006 el CEO de Exxon Mobile, la compañía energética más importante del mundo. La 8va compañía mundial en términos de ganancias, la 5ta en términos de capitalización bursátil y la segunda más rentable según la revista Fortune en 2014.
Tillerson es uno de los protagonistas e impulsores más importantes de la revolución energética de los Estados Unidos de los últimos años: la revolución del Shale Gas. Si bien la tecnología de explotación del Shale Gas es bastante antigua no fue sino hasta hace menos de 20 años que comenzó a ser un factor relevante y decisivo. Para ponerlos en números concretos: entre 2007 y 2012 Estados Unidos multiplicó por 18 su producción energética. Estados Unidos, se ha convertido gracias al Shale Gas (y a Tillerson) a partir del 2015 en el mayor productor mundial de petróleo, por delante de Arabia Saudita y superó a Rusia como el principal país en extracción de hidrocarburos – en conjunto de crudo y gas. Hoy Estados Unidos es una superpotencia energética.
¿Cuál es el vínculo que tiene Tillerson con la Argentina? Cuenta la leyenda que la estatización de YPF comenzó en Cannes el 4 de noviembre del 2011 en la reunión del G20. La información confidencial sostiene que en esa reunión Obama le presenta a Cristina Fernández de Kirchner a Rex Tillerson – CEO de Exxxon – quién le transmite el informe que la Secretaría de Energía de Estados Unidos había elaborado sobre las reservas de Shale Gas a nivel mundial, y le cuenta que Vaca Muerta transformaba a la Argentina en la 3era reserva mundial de Shale Gas detrás de Estados Unidos y China. También – dice la leyenda – le revela la intención de la Compañía China CNOOC de comprarle a Repsol España, YPF. No sabremos si la leyenda es cierta. Pero si sabemos que Tillerson se entrevistó varias veces con Cristina – aunque muy poco del contenido de esas reuniones – y que este año se reunió con el Presidente Macri. Lo que si sabemos de esa reunión fueron las declaraciones que Tillerson hizo en Junio de este año quién no sólo mostró un interés especial en Vaca Muerta sino que insinuó que Exxon podría llegar a invertir 10.000 millones de dólares en la Argentina.
En suma, cuando Tillerson – hoy uno de los hombres más importantes en las decisiones geopolíticas mundiales – mira la Argentina, ve el tercer yacimiento mundial de Shale Gas y un país relevante en el contexto energético mundial. Esto – sin importar las consideraciones ideológicas que uno pueda tener sobre el gobierno de Donald Trump- significa algo, y no es poco.
¿Será esto lo que faltaba para que finalmente Vaca Muerta se transforme en una oportunidad gigante para la Argentina? Pareciera ser que algo podría suceder en este sentido.
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