Donald Trump ha expresado su interés en reducir el precio del petróleo a 50 dólares
por barril como parte de una estrategia para combatir la inflación y reducir los costos
para los consumidores estadounidenses. Al bajar el precio del petróleo, se espera que
disminuyan los costos de producción y transporte, lo que podría traducirse en precios
más bajos para bienes y servicios. Paralelamente, la ambiciosa transición energética
global ejerce una presión a la baja sobre los precios a largo plazo de los combustibles
fósiles (IEA, 2023).
Sin embargo, esta política enfrenta desafíos significativos. Un precio tan bajo podría
afectar negativamente a la industria del fracking en Estados Unidos, cuya rentabilidad
depende de precios más elevados (Hamilton, 2020). Además, la capacidad de Trump
para influir directamente en los precios del petróleo es limitada, ya que estos están
determinados por factores globales como la oferta, la demanda y las decisiones de la
OPEP+ (Yergin, 2020). La volatilidad en los mercados financieros, exacerbada por los
rápidos cambios de política de Trump y la amenaza de aranceles, también genera
incertidumbre sobre la demanda futura de petróleo (IMF, 2024).
La intención de Trump de aumentar la producción a precios más bajos plantea un
desafío para las empresas que se benefician de precios altos. Curiosamente, los
planes de aumento de producción por parte de la OPEP+, liderada por Arabia Saudita
y con la participación de Rusia, parecen alinearse superficialmente con este objetivo.
El anuncio del 3 de marzo pasado de la OPEP+ de revertir gradualmente los recortes
de producción, añadiendo inicialmente 138.000 barriles diarios al mercado, sorprendió a los operadores y marca un camino hacia un aumento de 2,2 millones de
barriles para 2026. La motivación detrás de esta aparente convergencia de intereses
entre Trump y la OPEP+ requiere un análisis más profundo, considerando los intereses
históricos divergentes de cada actor (Hubbard, 2023).
También es cierto que la estrategia de Trump de bajar los precios del petróleo podría
verse afectada por la capacidad limitada de transporte de crudo y los crecientes
costos asociados a la misma. Una reducción significativa del precio del crudo podría
no traducirse necesariamente en una disminución proporcional de los costos para los
consumidores si el transporte se encarece debido a la escasez de buques y las
disrupciones geopolíticas (Stopford, 2022).
La viabilidad de una “alianza tácita” entre EE.UU., Rusia y Arabia Saudita para reducir
el precio del petróleo es cuestionable dados sus intereses históricos y las condiciones
geopolíticas actuales (Morse, 2018). Las aparentes condiciones necesarias para su
efectividad (cambio de gobierno en Ucrania, control sobre la capacidad nuclear iraní y
una garantía de seguridad saudita) parecen más bien escenarios hipotéticos con
escaso sustento en la realidad actual. La guerra de precios de 2014-2016 demostró
los riesgos y las consecuencias negativas de una estrategia similar para los
productores, especialmente para Arabia Saudita (Blas & Brower, 2018). Si bien
acuerdos temporales dentro de la OPEP+ han ocurrido, una alianza a largo plazo con
los objetivos propuestos por Trump parece improbable sin concesiones significativas
y potencialmente perjudiciales para los intereses de Rusia y Arabia Saudita. En definitiva, la estrategia de Trump para reducir el precio del petróleo se enfrenta a
una compleja interacción de factores geopolíticos, tales como las decisiones de
producción de la OPEP+, la situación de la industria del fracking en EE. UU. y, de
manera significativa, las limitaciones y los desafíos que enfrenta la industria naviera
global. La escasez de nuevos buques, el envejecimiento de la ota y las disrupciones
en las rutas comerciales podrían actuar como contrafuerzas que limiten el impacto de
cualquier intento por reducir drásticamente el precio del crudo (UNCTAD, 2023).
La aparente convergencia de intereses entre EE.UU. y la OPEP+ requiere un análisis
cauteloso, y la viabilidad de una “alianza tácita” a largo plazo sigue siendo incierta. La
interacción entre estos elementos determinará en última instancia el éxito de la
política de Trump en el mercado petrolero global.
- La Geopolítica de Trump en el Mercado Petrolero Global - 1 mayo, 2025