GoodDollar es el nombre de la iniciativa impulsada por Yoni Assia, fundador de la plataforma de compra venta de acciones y activos digitales Etoro. Según sus fundadores y promotores el objetivo de GoodDollar es «proporcionar un nivel de vida básico y reducir la desigualdad de la riqueza mediante la creación de una renta básica universal«. Para acceder sólo hay que tener un teléfono inteligente y conexión a internet. Una vez validado el usuario (hace falta demostrar la identidad humana) se puede reclamar diariamente la recepción de un monto diario.
El funcionamiento financiero es sencillo y está respaldado por una reserva monetaria de criptoactivos depositados por sus promotores y los intereses que estos criptoactivos generan en redes de terceros. Es decir, simplificando un poco, si yo quiero respaldar la moneda puedo «donar» las ganancias que mi dinero genere y con esas utilidades se reparte a todos una moneda nueva con un respaldo de terceros. Esta mecánica de «donación» de ganancias financieras podría ser un modelo interesante para terminar con la pobreza a nivel mundial. De hecho esta semana la compañía Etoro anunció que sumará un millón de dólares a los 58.000 dólares originarios que había invertido en el proyecto.
Para acceder sólo hay que tener un teléfono inteligente y conexión a internet. Una vez validado el usuario (hace falta demostrar la identidad humana) se puede reclamar diariamente la recepción de un monto diario.
GoodDollar no es la única iniciativa que existe en el mundo. El argentino Santiago Siri impulsa el proyecto UBI que ha contado con el respaldo de importantes figuras a nivel mundial como Emanuel Ginóbili, Marcos Galperín y hasta del fundador de Ethereum, Vitalik Buterin. Más allá de las iniciativas privadas que existen (hay varios proyectos más como Circles UBI o Encointer) es probable que el año próximo – junto con la internacionalización del Yuan Digital – se comience a discutir a nivel mundial la posibilidad de implementar una renta básica mundial a través de una herramienta financiera digital.
Es músico y escritor. Se me ha perdido una canción (2011), Mis canciones (2014) y Seré canción entonces… (2018) son sus tres discos. Ha publicado también la novela Una tumba sin nombre (2012) y el ensayo Renta Básica Universal: Por qué y cómo terminar para siempre con la pobreza. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Universidad Austral, Argentina), Master en Acción Política y Participación Ciudadana (Universidad del Rey Juan Carlos, España) y Diplomado en Gestión Pública (Instituto Tecnológico de Monterrey, México). Es fundador, director y editor de la Revista Algoritmo.
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