Amazon pareciera estar en la mira de los organismos reguladores de defensa a la competencia y anti monopolio de Alemania, la Comisión Europea y también Estados Unidos. En reiteradas oportunidades Donald Trump se ha referido a las ventajas no del todo transparentes sobre las que se basa el modelo de negocio de Amazon. Esta vez las observaciones incluyen la posibilidad de que Amazon haya usado información de sus propios consumidores para incumplir un pacto con sus proveedores: el de hacer productos con sus propias marcas a mejores precios.
La dinámica es sencilla. Una vez que Amazon ve que un producto se vende mucho, lo produce a través de sus marcas, mejora el precio, lo pone primero en las búsquedas y elimina un proveedor rápidamente. Hay varios ejemplos dando vueltas, uno de los más conocidos el de la compañía Rain Design en dónde uno de sus productos estrellas, un soporte de aluminio para computadoras. Un día, Amazon sacó a través de su marca Basics un producto similar a mejor precio, el resultado es la caída estrepitosa de las ventas.
Hace tiempo contamos del proyecto logístico que estaba desarrollando la compañía Plaza Logística para Mercado Libre en la zona del Mercado Central con el objetivo de predecir compras. Es decir, a través del uso de Inteligencia Artificial Mercado Libre compraría el stock que supone venderá y lo distribuirá de forma más eficiente – en menor tiempo – ordenándoselo a sus proveedores con suficiente tiempo de antelación. Es decir, predecirá las compras y elaborará su logística de forma proyectual. Esto mismo pareciera estar haciendo Amazon con una diferencia, va eliminándolos.
«Amazon te fuerza a darle tus datos y luego los utiliza para competir contigo», ha dicho un Ex ejecutivo de la compañía. Por una causa similar Google tuvo que pagar una multa superior a los 2000 millones de dólares en la Comisión Europea, en aquella oportunidad se suponía que Google posicionaba en sus buscadores su servicio de comparación de compras por arriba de sus competidores. Tal vez este año, que comienza con el divorcio de Jeff Bezos termine con la compañía partida en varios pedazos, los reguladores de competencia suelen elegir esos caminos, y los divorcios también.
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