Lo más interesante de Blockchain parece ser no lo que se ha hecho ya con la herramienta sino las inmensas potencialidades que contiene. Múltiples expertos han comparado la importancia de esta tecnología con la invención de Internet. Todos los días se le encuentra nuevos usos y se experimenta en miles de lugares con esta tecnología que promete revolucionar la forma a través de la cuál consumimos, compartimos e interactuamos con la información.
Ya hemos hablado acerca de la importancia que esta tecnología tiene y porqué hay que entenderla separada del bitcoin o de otras criptomonedas. Sus usos van desde la recaudación de campañas políticas, el reparto de alimentos por parte de la ONU, hasta transacciones no económicas pero certificadas al cien por ciento. La gran discusión que se abre en estos momentos es acerca del papel democratizador que Blockchain podría tener para internet. Desde principios de año que se discuten y polemiza acerca del monopolio que representan Google y Facebook para la publicidad y por otro lado cómo los sistemas cerrados de las plataformas de trabajo generan condiciones de monopolio poco reguladas e injustas.
Chris Dixon, uno de los más importantes entusiastas y especialistas de blockchain ha dicho en ese sentido que internet hoy se parece en cierto sentido a Disneylandia: «Si estoy construyendo un restaurante en Disneyland y Disneyland cree que estoy ganando demasiado dinero, pueden subir el alquiler o cambiar las reglas. Eso es lo que está construyendo en Facebook o Google y Apple en este momento. Vivimos en este tipo de internet de Disneyland y no creo que eso sea bueno por un montón de razones».
La gran discusión que se abre en estos momentos es acerca del papel democratizador que Blockchain podría tener para internet.
Lo más revolucionario que trae el Blockchain es la posibilidad de proporcionar nuevos protocolos y lenguajes que certifiquen la información en nuevas maneras de forma de democratizar nuestra información volviéndola veraz, privada y pública al mismo tiempo y sobretodo liberándola de las fluctuantes decisiones empresarias de este tipo de emprendimientos que cambian sus algoritmos o sus condiciones de contratación unilateralmente. «Tiene las mejores características porque se rigen de forma descentralizada, y de una manera en que las reglas son fijas y las personas pueden construir sobre ellas e invertir en ellas y saber que las reglas no cambiarán. Pero tienen una funcionalidad más avanzada que los protocolos de la era de internet», ha escrito.
«Si estoy construyendo un restaurante en Disneyland y Disneyland cree que estoy ganando demasiado dinero, pueden subir el alquiler o cambiar las reglas. Eso es lo que está construyendo en Facebook o Google y Apple en este momento. Vivimos en este tipo de internet de Disneyland y no creo que eso sea bueno por un montón de razones», ha dicho Chris Dixon.
Incluso Facebook ha informado que este año empezará a utilizar blockchain aunque las novedades son más bien módicas. Hasta hace poco, el sistema de publicidad de Facebook rechazaba la promoción de cualquier artículo periodístico que incluyera la palabra blockchain en su título. Hay quiénes le sugieren a Mark Zuckerberg incorporar la herramienta a su plataforma para poder resolver los complejísimos problemas legales que acumula por monopolio, violación de principios de privacidad, influjo en las elecciones, sesgo informativo de su algoritmo y tantas otras discusiones que surgieron este año y que amenazan a una de las empresas tecnológicas más importantes del mundo.
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