Hemos hablado en varias oportunidades de Nayib Bukele el presidente tuitero que gobierna El Salvador y que enfrentó este fin de semana las elecciones legislativas de término medio y arrasó con un 66 % de los votos en una elección histórica e inédita para el país centroamericano. El resultado además sepulta el estricto bipartidismo que el pequeño país tenía desde el restablecimiento de la democracia y los acuerdos de paz y que permitía que tanto el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) y el derechista ARENA. De hecho una de sus primeras medidas fue un acto de reparación histórica y exigir al ejército que elimine el nombre de un polémico general acusado de crímenes de lesa humanidad.
Sus llamativas maneras de manejarse han generado el repudio de algunos organismos de derechos humanos como Humans Right Watch y obviamente de todas las estructuras históricas del poder en El Salvador. Ha gobernador a golpe de Twitter y de decretos dejando a todos los demás actores de la vida política salvadoreña al margen y construyendo un liderazgo de cara a la gente. Esa polarización fue clave para obtener – siendo el presidente más jóven de la región – un triunfo inédito para la democracia salvadoreña y que le permitirá consolidar su poder en los próximos años a partir de una mayoría absoluta parlamentaria.
Nayib Bukele el presidente tuitero que gobierna El Salvador y que enfrentó este fin de semana las elecciones legislativas de término medio y arrasó con un 66 % de los votos en una elección histórica e inédita para el país centroamericano
Bukele, el presidente tuitero también ha amenazado a las Maras por esa misma vía en lo que representa una forma de gobierno que recuerda a Donald Trump en lo brutal y resolutiva. El nuevo escenario de poder le permitirá nombrar al fiscal general, a un tercio de los jueces de la corte suprema, el tribunal de cuentas y al procurador General de los Derechos humanos lo que abre una importante tentación a ocupar todos los espacios de poder con su nuevo partido «Nuevas Ideas». También son muchos los que imaginan que buscará una reforma constitucional que lo habilite a buscar la reelección, actualmente sólo se puede ser presidente por cinco años.
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