La crisis de lo opiáceos que está viviendo Estados Unidos ha obligado a la industria farmacéutica a dar respuesta en los tribunales judiciales. En el caso de Purdue Pharma ofreció hasta 12.000 millones de dólares de indemnizaciones, en el caso de Jhonson y Jhonson las multas son astronómicas. Sólo en el año 2017 murieron unas 47.000 personas por el consumo de estas sustancias y ya son unas 400.000 muertes las que han desatado una crisis sanitaria de la que hemos hablado en varias oportunidades. Lo que se está discutiendo en estos momentos es la responsabilidad de la industria farmacéutica en ocultar los altos riesgos a generar adicción y dependencia en el uso de este tipo de sustancias. La crisis incluso desató un conflicto internacional con China, lugar en el que se producía el fentanilo y que se traficaba a Estados Unidos para asistir la demanda clandestina y fuera del sistema de salud.
La crisis de los opiáceos comenzó a fines de 1990 cuando los médicos buscaban una forma de tratar a los pacientes frente a dolores crónicos o post operatorios de dolor intenso. Así aparecieron este tipo de medicamentos sobre la base de opio denominados opiáceos que dieron respuesta a esa demanda. Las recetas de estas sustancias se dispararon en base a varias razones entre las que se encuentra una dinámica perversa del sistema de salud norteamericano más proclive a recetar medicamentos que a resolver operaciones quirúrgicas, por ejemplo. Sin embargo, nadie advirtió la altísima dependencia y adicción que este tipo de medicamentos generaban y un grupo cada vez mayor de personas se volvió dependiente de su consumo. Sin ir más lejos hay dos muertes famosas directamente vinculadas a esto: las de Michael Jackson y la de Prince.
Lo que se está discutiendo en estos momentos es la responsabilidad de la industria farmacéutica en ocultar los altos riesgos a generar adicción y dependencia en el uso de este tipo de sustancias.
Este 26 de agosto un juez de Oklahoma condenó a la farmacéutica Johnson y Johnson a pagar 570 millones de dólares en perjuicio a esa comunidad por su responsabilidad en la crisis en la que murieron -solo en este estado- al menos 6000 personas. «La compañía utilizó información pseudocientífica y engañosa para minimizar el riesgo de que los opioides, que han provocado las peores molestias públicas causadas por el hombre que nuestro estado y este país hayan visto jamás: la crisis de los opioides», dice la sentencia del fiscal. Si bien la empresa anunció que apelará la sentencia (esta es la primera que hay a nivel nacional) se espera una catarata de demandas – se calcula que ya hay unas 2000 esperando – que podría generar una serie de multas millonarias. En el caso de Purdue Pharma la estrategia judicial fue diferente y está buscando hacer arreglos extrajudiciales por un monto aproximado de 12.000 millones de dólares.
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