A partir del 1 de mayo China incluirá el fentanilo y sus derivados en la lista de sustancias prohibidas a fin de mejorar el control sobre esta droga. El fentanilo es un poderoso opioide similar a la morfina por hasta 50 o 100 veces más potente. Suele usarse de forma legal para pacientes con dolores crónicos e intensos pero tiene la complicación de su alta capacidad de generar adicción esto ha disparado su uso ilegal, fundamentalmente en Estados Unidos, de forma de que ya mueren más personas por consumo de opiáceos que por armas de fuego, según estadísticas recientes en el año 2017 murieron unas 28.000 personas sólo a causa del fentanilo. El principal productor mundial con el 85 % de la producción total mundial es nada más y nada menos que China, que después de la intensa presión internacional ha comenzado a intentar controlar su producción y tráfico.
La epidemia de uso en los Estados Unidos encuentra su razón en el deficiente sistema de salud norteamericano y la precaria cobertura de los seguros médicos. Un ejemplo concreto, alguien con mucho dolor tiene un espasmo muscular, debería hacer unas diez sesiones de kinesiología, pero su seguro médico no lo cubriría – o si la cubre requiere autorizaciones y papeleos-, así que los médicos recetan píldoras opiáceas para calmar el dolor. Se conoció que los médicos japoneses trataban el dolor agudo con opiáceos en el 47% de los casos, en comparación con el 97% en EE.UU. Las píldoras opiáceas generan adicción, la gente se vuelve adicta y muere de sobredosis. Este tipo de analgésicos debería usarse moderadamente para recuperarse después de cirugías o para ayudar a pacientes con enfermedades terminales para soportar el dolor su uso sostenido en el tiempo produce una de las adicciones más terribles que pueda soportar un ser humano, para ejemplo tenemos dos: Prince y Michael Jackson murieron por sobredosis de opiáceos.
Según estadísticas recientes en el año 2017 murieron unas 28.000 personas en Estados Unidos sólo a causa del fentanilo. El principal productor mundial con el 85 % de la producción total mundial es nada más y nada menos que China.
El tráfico de opiáceos se ha transformado en un negocio sumamente rentable por caso el kilo puede llegar a comercializarse en el mercado negro de EEUU a un valor que va entre los 40.000 y los 80.000 dólares. El Clan Zheng es una organización que hasta hace poco vendía desde Shanghai fentanilo en una web traducida a 35 idiomas diferentes – incluido el árabe o el islandés – con garantía de recepción es decir, si no recibías la droga te devolvían el dinero. Desde ese puerto chino y a través del correo traficaban drogas a al menos 25 países y 35 diferentes estados norteamericanos.
Se conoció que los médicos japoneses trataban el dolor agudo con opiáceos en el 47% de los casos, en comparación con el 97% en EE.UU.
Esta decisión de Pekín es importante, desde el año pasado el presidente Donald Trump acusa al gobierno chino de no hacer nada para detener esta grave epidemia y hasta propuso la pena de muerte para los traficantes. El gobierno chino pareciera haberle hecho caso.
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