Thomas Jefferson dijo: “Nunca gastes tu Dinero antes de tenerlo”. De las muchas frases que hacen alusión al ahorro, elijo esta porque creo que representa muy bien una situación que usualmente se presta a confusión. Cuando pagamos en cuotas, cuando tomamos un crédito, cuando emitimos un cheque, lo que hacemos es “gastar a cuenta”, lo que estamos haciendo es comprometer nuestros futuros ingresos, gastamos antes de tener de nuestro dinero, antes de generarlo, pero tenemos la percepción de no estar gastando. El ahorro es aquella parte de nuestros ingresos que no destinamos al consumo, con todo lo que ello implica por esto días. Hoy 31 de octubre se celebra el día mundial del ahorro.
Está claro que en un contexto como el actual en nuestro país, en el que se combinan una serie de factores que tienden a afectarlo seriamente, parece descabellado hablar de crédito. El crecimiento en el pago mínimo, la cantidad de usuarios de servicios con atraso o con falta de pago va en aumento. Solo esos datos son claramente alarmantes. Si a ello le sumamos el hecho de que hay una espiral intrínseca a ese proceso, que son los altísimos costos que traen aparejados esas demoras el escenario se torna aún más difícil. Hay complejas, y casi me animaría a decir perversas, estrategias de marketing y comunicación que nos dejan ver solo el supuesto “beneficio” que obtenemos cuando, por ejemplo, gastamos de más o tuvimos algún imprevisto que nos dejó sin fondos disponibles. Recuerdo por caso la publicidad de un Banco que nos cuenta como un gran servicio la posibilidad de que, si tu sueldo se acredita ahí, ellos generosamente te otorguen un adelanto de sueldo. No está tan claro allí que tamaña generosidad tiene un costo del 165% anual, y que la solución ofrecida no deja de ser parte de un problema mayor, ya que tus ingresos van a ser menores el día que cobres, por el anticipo, y por los intereses. La posibilidad de disponer de forma inmediata de este dinero solo con un un par de clics es, en este caso, parte de un uso poco ético de la tecnología. Se podrá decir que las condiciones están disponibles en la misma página, que el usuario tuvo que dar conformidad y por ello debería conocer las condiciones generales y muchas otras cosas que rellenan requisitos legales, pero que no implican realmente que quien suscribe conoce cabalmente las condiciones e implicancias de lo que está haciendo.
Hay carencia de instrucción financiera, concepto central por estos días y que explica muchos de los problemas que viven hoy numerosas familias. Inclusión a través de las finanzas, hay mucho por hacer en este terreno, y siempre que hablemos de economías familiares llegaremos a esta misma premisa. Los prestamos “en el acto”, los anticipos con tarjeta de crédito, las refinanciaciones, nada tienen de mágico, y muy poco de solución. El ahorro, combinado con la planificación, nos permiten tener un mayor control, una mayor previsibilidad, y aunque parezca lo opuesto, nos acerca a nuestros objetivos de manera mucho más eficiente que cuando gastamos aquello que aún no tenemos. Planificar implica establecer prioridades, y muchas veces analizadas fríamente notamos que se contraponen con esos impulsos que nos invitan a consumir y a decidir en el momento sobre cosas que requieren tal vez un poco más de análisis. Por eso, no importa cuando estés leyendo esto (aunque hoy sea el día mundial del ahorro), hoy es un buen día para que empieces a ahorrar.
Es CCO y fundador de Cobro Simple (www.cobrosimple.com.ar)
- Día Mundial del Ahorro una fecha para reflexionar - 31 octubre, 2019
