La empresa Peloton Interactive fue fundada en el año 2012 y ya tiene unos 500.000 clientes, su valor estimado es de unos 4000 millones de dólares lo que la constituye en un unicornio y hace un mes salió a bolsa, sin embargo el valor de su acción ha caído por la fragilidad de sus planes de crecimiento y algunas dudas que genera en los inversores. Básicamente contempla dos negocios, por un lado el hardware – bicicletas fijas y cintas – y el software – una aplicación con muchas clases de instructores y características diferentes. El abono mensual a la aplicación cuesta unos 39 dólares mensuales, el Peloton Tread – la cinta de correr – sale casi 4000 dólares, la bicicleta fija también tiene un valor bastante alto, unos 2200 dólares.
La empresa fue fundada por John Foley, ex especialista en e-comerce de la librería Barnes and Noble, que publicó su proyecto en Kickstarter. Así consiguió los primeros 300.000 dólares con los que comenzó a fabricar sus bicicletas. Lentamente pudo montar un estudio en Manhattan desde los que comenzó a grabar las clases y poco a poco más financiamiento – casi 1000 millones de dólares – con el que desarrolló y mejoró sus bicicletas y su Peloton Tread. Sin embargo uno de sus grandes secretos es la forma en la que fue constituyendo una comunidad, con un interesante interface de red social que hace que la fidelidad de los usuarios se sostenga en una actividad altamente volátil (¿Quién no se suscribió a un gimnasio y fue sólo dos meses?).
La empresa fue fundada por John Foley, ex especialista en e-comerce de la librería Barnes and Noble, que publicó su proyecto en Kickstarter. Así consiguió los primeros 300.000 dólares con los que comenzó a fabricar sus bicicletas.
Por ahora sólo está disponible en Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y recientemente Alemania. David Beckam, Usain Boldt, Michael Phelps, Kate Hudson y Leo Di Caprio son algunos de los famosos que lo usan. Aunque es evidente que busca un segmento de alto poder adquisitivo el crecimiento ha sido exponencial, medio millón de usuarios no son poca cosa. En los planes de la compañía se encuentra generar un dispositivo más dedicado a la musculación. La empresa sin embargo atraviesa algunos problemas importantes. El año pasado perdió una demanda por los derechos de autor de la música por unos 300 millones de dólares. En sus balances sigue dando pérdidas año a año y una de las grandes intrigas es la volatilidad de los usuarios de este tipo de dispositivos, veremos si estamos ante el reemplazante de los gimnasios o sólo otra estrella fugaz en el mundo de la tecnología.
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