Si bien los primeros brotes fueron detectados en Siberia en el 2017 fue en agosto del año pasado que comenzó esta verdadera pesadilla para China y ahora también para Vietnam, Mongolia y Camboya. La Peste porcina africana es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa que en la actual modalidad de producción de carne – hacinamiento en Feed Lot – se contagia a una velocidad asombrosa. Si bien la enfermedad es inocua para seres humanos el virus es altamente resistente y sobrevive aún en la carne de cerdo curada.
China consume anualmente unos 55 millones de toneladas con una población de 430 millones de cabezas de ganado porcino – el 47 por ciento de la población porcina mundial – mucho más que carne de pollo o de vaca.
La Peste Porcina africana fue identificada en 1910 en Kenia y después de muchos intentos de erradicarla de Europa eso se consiguió hacia la década de 1990 – España se declaró libre en 1995 – quedando pequeños bolsones en Cerdeña o en algunas zonas de África. El año pasado una alarma en Bélgica obligó entre otras cosas a cerrar las exportaciones aunque en el caso chino se cree que tomará al menos entre 5 y 7 años erradicarla nuevamente.
China consume anualmente unos 55 millones de toneladas con una población de 430 millones de cabezas de ganado porcino – el 47 por ciento de la población porcina mundial – mucho más que carne de pollo o de vaca. Según algunas estimaciones del gobierno chino el precio de la carne de cerdo podría aumentar un 70 por ciento. Estamos hablando de una demanda mundial insatisfecha capaz de trastocar y afectar el comercio internacional de proteínas animales (en los últimos dos meses las importaciones chinas de pollo, cordero, cerdo y vacuno se dispararon un 70%), las proteínas vegetales utilizadas en su producción (harinas de soja, por ejemplo) y los precios de esta carne a nivel mundial. Sólo por poner un ejemplo las ventas de Estados Unidos a China – pese a tener un arancel del 62% por la guerra comercial – está en niveles récord y los futuros de la carne de cerdo ya han subieron más del 50%.
El mundo se abre al nuevo interrogante acerca de la producción de proteínas. ¿Es válido este sistema de producción en dónde el ganado ya contamina más que el transporte o es preciso buscar reemplazantes a la carne animal o incluso buscar en los insectos el futuro de la alimentación?
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