Hace más de seis meses el Senado de la Nación aprobó un proyecto de etiquetado frontal en alimentos que contempla un sistema de advertencias con forma de octógonos negros y el sistema de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Estos aspectos destacados del proyecto cuentan con el respaldo de amplia evidencia científica libre de conflicto de interés, desarrollada tanto a nivel regional como nacional. Además, distintos actores de la academia y la sociedad han manifestado su apoyo al proyecto y la necesidad de que sea aprobado sin cambios, por considerar que el mismo posee los mejores estándares para la salud pública.
Desde entonces el proyecto espera ser tratado en la Cámara de Diputados, pero todavía no hay una fecha confirmada para su tratamiento. Con el objetivo de sumar más evidencia a este proceso de discusión de la política, desde FIC Argentina hicimos una encuesta para evaluar el apoyo a la política de etiquetado frontal de advertencias y el acuerdo con una serie de afirmaciones sobre su eficacia por parte de la población.
La encuesta fue realizada en el mes de abril a más de 1100 adultos y adultas de nuestro país. El resultado principal es que el 91% está de acuerdo con una política de etiquetado frontal en alimentos de sellos negros que adviertan sobre el exceso de nutrientes críticos (sodio, azúcares, grasas, grasas saturadas) y calorías en los envases de alimentos. Un punto a destacar es que el apoyo a la medida fue muy elevado en todos los grupos de edad y niveles socioeconómicos.
El estudio también ahondó sobre algunos aspectos incluídos en el proyecto de ley, como la restricción a la publicidad de los productos no saludables o su venta en escuelas. El 80% de los y las encuestados/as refirió estar de acuerdo con la regulación de la venta en entornos escolares de productos que cuenten con un sello o más, y el 73% apoyó la restricción de la publicidad dirigida a niños, niñas y adolescentes de estos productos.
El resultado principal es que el 91% está de acuerdo con una política de etiquetado frontal en alimentos de sellos negros que adviertan sobre el exceso de nutrientes críticos (sodio, azúcares, grasas, grasas saturadas) y calorías en los envases de alimentos.
La encuesta, además, evaluó el nivel de acuerdo con una serie de afirmaciones vinculadas a la eficacia del etiquetado frontal: el 89% manifestó estar de acuerdo con la afirmación “los sellos negros presentarán la información nutricional de una manera clara y simple”, y el 80% coincidió con las afirmaciones “los sellos negros permitirán identificar los productos no saludables” y “los sellos negros contribuirán a mejorar la alimentación de la población”.
Estos resultados demuestran que hay un contundente apoyo por parte de la población para implementar la política de etiquetado frontal de advertencias con octógonos negros. Esta medida ya cuenta con el respaldo de la sociedad civil y académica, tanto nacional como internacional; con el aval de la mejor evidencia científica libre de conflicto de interés; con la aprobación del Senado de la Nación; y ahora, gracias a esta encuesta, vemos que tiene un amplio apoyo en la población. Es hora que los y las diputados/as tengan en cuenta estos resultados y aprueben el proyecto sin más demoras ni cambios.
Nutricionista e investigadora del área de alimentación saludable de FIC Argentina.
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