Esta semana comenzó en California un juicio verdaderamente significativo para el futuro de Facebook y para el futuro de todos los medios de comunicación del mundo. La demanda contra Facebook fue presentada por la Agencia de Las Vegas Crowd Siren que acusa a la compañía de haber mentido deliberadamente acerca del alcance que los vídeos promocionados en esa red tenían, esto representa para esta agencia una clásica figura de estafa.
El caso es muy interesante por la implicancia que podría tener. Recordemos que Facebook se ha ido transformando en los últimos años en uno de los actores publicitarios más relevantes del mundo. Se calcula que sólo Facebook y Google concentran alrededor del 60 % del mercado publicitario digital mundial. Este esquema ha sido acusado en reiteradas oportunidades como un duopolio sin ningún tipo de control – ya que las cifras de impacto son dadas exclusivamente por ellos mismos sin ningún tipo de auditoría – y de cambiar las reglas según les parezca de forma unilateralmente (como el cambio de algoritmo de Facebook de principios de año).
En septiembre del 2016 Facebook había reconocido un supuesto error en su sistema que sobreestimaba el impacto de los anuncios de video entre un 60 y un 80 por ciento. Sin embargo, en la demanda la agencia afirma que esa sobrestimación fue de entre un 150 a un 900 % por ciento, lo que evidentemente constituye una estafa. Las pruebas presentadas por la agencia son nada más y nada menos que comunicaciones anónimas internas de la compañía. Facebook por su parte ha dicho que ellos mismos fueron quiénes detectaron el error y lo informaron a los anunciantes ofreciéndoles colaboración en su Centro de Ayuda.
Recordemos que Facebook se ha ido transformando en los últimos años en uno de los actores publicitarios más relevantes del mundo. Se calcula que sólo Facebook y Google concentran alrededor del 60 % del mercado publicitario digital mundial.
En la demanda, sin embargo, Crowd Siren afirma que en lugar de corregir rápidamente el error Facebook maquilló la situación porque lo contrario hubiera significado bajar sustantivamente el impacto que las campañas publicitarias tenían y eso hubiera espantado a los anunciantes. El impacto que la supuesta viralización de los videos de Facebook en la producción de contenidos a nivel mundial fue muy significativo, muchos medios privilegiaron el contenido en video a través de esta plataforma por el supuesto alto impacto que tenían con un costo publicitario muy bajo, hoy aquello estaría en cuestionamiento.
La pelea sobre el mercado publicitario es sin dudas uno de los principales vectores de polémica hacia Facebook. El recelo de los medios de comunicación tradicionales – que vieron caer su torta publicitaria hacia esta plataforma – puede ir en aumento, al fin y al cabo si esta estafa se comprueba han sido los principales damnificados de esta maniobra.
En septiembre del 2016 Facebook había reconocido un supuesto error en su sistema que sobreestimaba el impacto de los anuncios de video entre un 60 y un 80 por ciento. Sin embargo, en la demanda la agencia afirma que esa sobrestimación fue de entre un 150 a un 900 % por ciento, lo que evidentemente constituye una estafa.
Sin dudas este año ha sido un verdadero dolor de cabeza para Facebook si sumamos la polémica por la influencia rusa en las elecciones norteamericanas, el escándalo de Cambridge Analytyca, el hackeo de millones de cuentas y ahora esta polémica. Por otro lado en estos días un grupo importante de accionistas han pedido la renuncia de Mark Zuckerberg como Presidente de la compañía.
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