El 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental y más que una fecha para recordar estadísticas, nos invita a pausar y reflexionar sobre nuestro bienestar emocional, especialmente en el entorno laboral.
El trabajo ocupa gran parte de nuestras vidas y puede ser tanto un lugar de crecimiento como de sufrimiento. Las cargas emocionales y psicológicas que soportamos en el ámbito laboral, cuando no se gestionan, pueden quebrar el equilibrio mental, emocional y físico. No es sólo el estrés de cumplir con tareas o responsabilidades: es la acumulación de expectativas, de demandas externas, de culturas organizacionales tóxicas, de liderazgos paupérrimos y de las propias demandas y sueños, así como también la falta de valoración o deficiente gestión de límites, entre otras, lo que genera que nos enfermemos.
Pero no siempre nos damos cuenta de esto a tiempo. A veces, necesitamos que sea el cuerpo el que nos hable a través del cansancio extremo, el insomnio, los dolores de cabeza o la fatiga emocional. Otras veces, son nuestras emociones las que nos gritan a través de la ansiedad, la tristeza o la irritabilidad constante y muchas otras estos síntomas iniciales crecen y lo que era un problema psicoemocional leve pasa a estados críticos y a veces irreversibles. Es en esos momentos donde los síntomas empiezan a hablar es cuando debemos escuchar más profundamente y preguntarnos: ¿Qué está pasando? ¿Cómo está afectando mi trabajo mi salud mental? ¿Cómo nos afecta el estrés acumulado? ¿Qué situaciones no resueltas de nuestra vida estamos proyectando en el trabajo? Estas preguntas son fundamentales para comenzar a construir un camino más humano en nuestros espacios laborales.
Las Cifras que No Podemos Ignorar
Aunque esta reflexión es profundamente personal, también debemos mirar el panorama global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 15% de los adultos en edad de trabajar tiene un trastorno mental. La depresión y la ansiedad son responsables de la pérdida de más de 12 mil millones de días de trabajo al año, lo que representa un costo de aproximadamente US$ 1 billón en productividad. Estas cifras nos muestran la magnitud del problema y el impacto que tiene, no solo en las personas, sino también en las organizaciones y la economía.
Sin embargo, lo más preocupante es que, a nivel mundial, aproximadamente el 75% de las personas con trastornos mentales no reciben el tratamiento que necesitan. La falta de acceso a servicios de salud mental, combinada con el estigma que persiste en el entorno laboral, hace que muchas personas sufran en silencio, sin saber a quién recurrir o temiendo las repercusiones de hablar sobre sus dificultades emocionales en el trabajo.
Recomendaciones para Líderes Organizacionales
Los líderes tienen un rol muy importante en la creación de espacios laborales que protejan y promuevan la salud mental. Un líder que comprende y aborda estos temas no solo mejora el bienestar de su equipo, sino que también fomenta una cultura organizacional más saludable y productiva. ¿Cómo hacerlo? Aquí algunas recomendaciones:
● Autoevaluación profunda y gestión psico-emocional propia ¿Qué puede gestionar un líder en los demás si no se conoce, si se desbalancea, si no se trata, si no conoce su propia oscuridad?
● Capacitación en salud mental: Además, los líderes deben recibir formación para reconocer señales tempranas de problemas emocionales y actuar de manera empática y efectiva. Esto no significa resolver los problemas de salud mental, sino saber cómo apoyar a los colaboradores y facilitar el acceso a recursos profesionales junto con áreas de personas.
● Políticas de bienestar: Implementar programas a medida de cada equipo que promuevan el equilibrio entre la vida laboral y personal, flexibilización de horarios y prácticas como el teletrabajo pueden aliviar el estrés y mejorar el bienestar general de los equipos. La personalización es lo que viene de la mano de las Inteligencias artificiales para ayudar a eficientizar estas gestiones, ojalá no lo dejen todo en manos de un robot… Esto ayudará también a crear culturas organizacionales más aggiornadas y con gestiones reales y no que queden en discursos efímeros que matan las marcas empleadoras y generan altas rotaciones.
● Espacios de diálogo: Crear un entorno donde se normalice hablar de salud mental, eliminando el estigma que rodea estos temas. Escuchar activamente a las personas y demostrar una empatía auténtica y genuina por su bienestar es un primer paso hacia una mayor apertura y comprensión en la organización. Si no es real, pronto dejarán de ser líderes y quedarán cómo prehistóricos ya que esto es un valor que tiene la bandera de las nuevas generaciones y que no cesarán como las anteriores.
Cómo Cada Persona Puede Trabajar en Sí Misma
Aunque las organizaciones juegan un papel fundamental en la promoción de la salud mental, también es importante que, como individuos, asumamos la responsabilidad de trabajar en nosotros mismos y gestionar nuestro bienestar de manera proactiva. ¿Por dónde empezar?
- Escuchar los síntomas: Si sientes que algo no está bien en tu trabajo, presta atención a los signos que tu cuerpo y mente te envían. La desmotivación, el cansancio constante o la ansiedad recurrente no son normales; son señales de que algo necesita cambiar.
- Definir límites: Aprender a poner límites en el trabajo es esencial para proteger tu salud mental. No temas decir “no” cuando las demandas sean excesivas y asegúrate de mantener un equilibrio entre tu vida laboral y personal.
- Desarrollar una identidad laboral sólida: Reflexiona sobre tu vocación, tu propósito y los valores que guían tu trabajo. Cuando el trabajo está alineado con lo que realmente importa para ti, es más fácil encontrar satisfacción y evitar el agotamiento.
- Buscar ayuda profesional: Si sientes que tus problemas emocionales están afectando tu rendimiento o bienestar, no dudes en buscar el apoyo de un psicólogo o coach especializado en temas laborales. La ayuda profesional puede marcar una gran diferencia en cómo gestionas el estrés y las dificultades en el trabajo.
Hacia un Futuro Más Humano
El Día Mundial de la Salud Mental es un llamado a la acción, no solo para las organizaciones y los gobiernos, sino para cada uno de nosotros como individuos. En el fondo, todos compartimos la responsabilidad de crear un entorno laboral más humano, donde el bienestar mental sea una prioridad y donde el trabajo sea una fuente de crecimiento, no de sufrimiento.
La salud mental es un derecho humano fundamental y debe ser protegida con la misma importancia que cualquier otro aspecto de la vida. Este es el momento de actuar, de abrir conversaciones honestas y de transformar la manera en que vivimos y trabajamos.
- ¿Cómo lograr el bienestar laboral? - 10 octubre, 2024