Según Mark Claney, Gobernador del Banco de Inglaterra, una divisa digital mundial «podría amortiguar la influencia dominante del dólar estadounidense en el comercio mundial», afirmó. Sin dudas estas declaraciones obedecen a tres acontecimientos importantes: por un lado la guerra de monedas que se ha desatado entre Estados Unidos y China, por otro el nacimiento – por ahora frustrado – de Libra, la criptomoneda de Facebook y por último los rumores de que China estaría preparando el lanzamiento de su propia criptomoneda hacia fin de año. No es casual esta declaración en este contexto y sobretodo en el contexto del Brexit.
«Al reducir la influencia de los Estados Unidos en el ciclo financiero mundial, esto ayudaría a reducir la volatilidad de los flujos de capital hacia las economías de mercado emergentes», ha afirmado. La idea de una moneda que reemplace el patrón dólar no es nueva, en definitiva el respaldo de las monedas tampoco es del todo transparente ni articulado por la oferta y la demanda. El tipo de respaldo que esta criptomoneda podría tener también es objeto de discusión, tal vez lo más razonable es el modelo de Libra, una canasta de monedas y bonos que le dan estabilidad.
Según Mark Claney, Gobernador del Banco de Inglaterra, una divisa digital mundial «podría amortiguar la influencia dominante del dólar estadounidense en el comercio mundial», afirmó.
China mantiene bastante secretismo sobre el desarrollo de su propia moneda que podría revolucionar el comercio internacional. La noticia de una criptomoneda a nivel mundial podría ser una buena noticia para dinamizar el comercio internacional permitiendo hacer un cálculo de costos y competitividades más estable, menos atada a las políticas monetarias de los estados y a las guerras comerciales. Además liberaría los encajes de dólares y otros mecanismos de reaseguro y habilitaría que ese flujo de dinero vaya a los países emergentes. Es probable que una vez producido el Brexit el Reino Unido impulse esta iniciativa – desde hace tiempo tiene una Secretaría de Estado dedicada al Blockchain – a fin de dinamizar su propio comercio internacional después de haber perdido un mercado interesante como el europeo.
Es músico y escritor. Se me ha perdido una canción (2011), Mis canciones (2014) y Seré canción entonces… (2018) son sus tres discos. Ha publicado también la novela Una tumba sin nombre (2012) y el ensayo Renta Básica Universal: Por qué y cómo terminar para siempre con la pobreza. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Universidad Austral, Argentina), Master en Acción Política y Participación Ciudadana (Universidad del Rey Juan Carlos, España) y Diplomado en Gestión Pública (Instituto Tecnológico de Monterrey, México). Es fundador, director y editor de la Revista Algoritmo.
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