Estas semanas causó mucha sorpresa el nuevo Robot Atlas de la empresa Boston Dynamics por su cambio profundo: ya no tendrá movilidad hidráulica (como los humanos y el resto de los robots) sino movilidad eléctrica lo que potencia la capacidad de sus movimientos a lugares y formas insospechadas.
El cambio es sorpresivo hasta en su forma de pararse o de darse vuelta, el video es impresionante porque revela las potencialidades de este cambio.
La elección de la movilidad hidráulica en la robótica se fundamenta en su capacidad para generar una gran potencia y fuerza en un espacio compacto. Esta característica es esencial para tareas como levantar objetos pesados o realizar movimientos que demandan una gran fuerza. Además, los sistemas hidráulicos ofrecen un control preciso, lo que resulta fundamental en aplicaciones donde se requiere una manipulación delicada de la velocidad y la posición.
La movilidad eléctrica en cambio puede considerarse superior en ciertos aspectos debido a varias razones clave. En primer lugar, los sistemas eléctricos son más eficientes en la conversión de energía que los hidráulicos, lo que significa que pueden ofrecer un rendimiento energético superior y reducir los costos operativos a largo plazo. Además, los motores eléctricos suelen ser más compactos y livianos que sus contrapartes hidráulicas, lo que facilita su integración en diseños de robots más pequeños y ágiles. También ofrecen una mayor precisión en el control de la velocidad y la posición, lo que resulta crucial en aplicaciones que requieren movimientos delicados o control detallado. Además, los sistemas eléctricos tienden a ser más limpios y silenciosos, lo que los hace preferibles en entornos donde se valora la reducción de la contaminación y el ruido.
En resumen, la movilidad eléctrica puede ser considerada superior en términos de eficiencia energética, precisión, tamaño, limpieza y facilidad de control en comparación con la movilidad hidráulica.
El Robot Atlas es un pionero en este terreno al que se supone que se sumarán pronto los otros robots y que abre un abanico de potencialidades enormes respecto a robots con capacidades motrices mucho mayores a las de los humanoides a los que estamos habituados, incluso como complemento futuro de la movilidad humana.
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