“He sobrevolado Europa dos veces y no he visto un kilómetro cuadrado de bosque”, ha dicho Bolsonaro en el pasado para defender su política ambiental de las críticas de los países europeos, fundamentalmente Noruega y Alemania. Esta semana ese conflicto internacional ha sumado un nuevo capítulo a causa de los incendios en el Amazonas. Si bien el incendio comenzó en Bolivia su extensión mayor se está dando en terriotorio brasilero. La aparente inacción de Bolsonaro y su incapacidad de manejar la crisis están levantando quejas a nivel internacional. Recordemos que el Amazonas genera el 20 por ciento del oxígeno del mundo.
El presidente francés Emmanuel Macron ha amenazado con votar en contra del acuerdo Unión Europea Mercorsur y Angela Merkel ha sugerido discutir el tema en el G7. En el caso de Macron está claro que el acuerdo comercial no le causa ninguna gracia y le genera problemas políticos internos y esto le permite repudiarlo sin costo internacional. El primer ministro irlandés Leo Varadkar también alzó la voz y afirmó que: «De ningún modo Irlanda votará a favor del acuerdo de libre comercio UE-Mercosur si Brasil no cumple sus compromisos medioambientales».
“He sobrevolado Europa dos veces y no he visto un kilómetro cuadrado de bosque”, ha dicho Bolsonaro en el pasado para defender su política ambiental de las críticas de los países europeos, fundamentalmente Noruega y Alemania.
La disputa con el presidente brasilero no es nueva. En su campaña, Bolsonaro se manifestó abiertamente en contra de las reservas indígenas y el trabajo de las ONGS ambientalistas. El fondo ambiental Amazonia impulsado por Noruega (ha aportado cerca de 1200 millones de dólares), Alemania y la empresa brasileña Petrobras fue modificado recientemente, razón por la cual tanto Noruega como Alemania decidieron suspender sus aportes. La respuesta de Bolsonaro en ese entonces fue grotesca: «Tengo un mensaje para la querida Angela Merkel: toma tu dinero y reforesta Alemania. Lo necesitan mucho más allí que aquí», dijo al periodismo.
El primer ministro irlandés Leo Varadkar también alzó la voz y afirmó que: «De ningún modo Irlanda votará a favor del acuerdo de libre comercio UE-Mercosur si Brasil no cumple sus compromisos medioambientales».
El accionar del gobierno de Bolsonaro frente a los incendios del Amazonas ha sido errática y confusa. Al principio de los incendios acusó a algunas ONGS ambientalistas de hacer tremendismo y naturalizó la situación de los incendios afirmando que siempre había este tipo de hechos a causa de la seca. Ahora su respuesta es acusar a Europa de colonialismo mientras sugiere que enviará al ejército brasileño a hacerse cargo de la situación y no termina de aceptar la ayuda que los países limítrofes le ofrecen para controlar la catástrofe. En definitiva está siendo rehén de su subestimación de la problemática ambiental y el conflicto amenaza con escalar aún más, hasta las Naciones Unidas han sugerido la necesidad de intervenir en el tema de forma coordinada e internacional.
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