El Ayuntamiento de Barcelona anunció en octubre del año pasado el lanzamiento de una moneda ciudadana digital – que funciona sobre la tecnología Blockchain – llamada REC (Recurso Económico Ciudadano) con paridad cambiaria con el euro – un Rec vale un euro – cuyo proyecto es llevado a cabo por la asociación de innovación social Novact. El proyecto se enmarca dentro de la iniciativa europea B-MIncome que busca evaluar el funcionamiento de la renta básica de ciudadanía y de este programa piloto son parte unas 471 familias que son beneficiarias de la renta mínima.
El programa funciona a través de la aplicación de REC o a través de una tarjeta con código QR y se puede utilizar en unos 172 pequeños comercios barriales de los distritos de Ciutat Meridiana, Vallbona, Torre Baró, Roquetes y Trinitat Nova (Nou Barris), Trinitat Vella, Baró de Viver y Bon Pastor (Sant Andreu) y Verneda-LaPau y Besòs-Maresme (Sant Martí). La idea de implementarlo en los pequeños comercios de barrio esconde el propósito de favorecer este tipo de comercio de cuentapropistas y proximidad. En las primeras evaluaciones de estos meses el 95,3% de estos comercios ha notado un aumento de clientes a su comercio gracias al REC y, también un incremento en el volumen de las ventas.
El Ayuntamiento de Barcelona anunció en octubre del año pasado el lanzamiento de una moneda ciudadana digital – que funciona sobre la tecnología Blockchain – llamada REC (Recurso Económico Ciudadano) con paridad cambiaria con el euro
El circuito incluye ahora a los proveedores de los comercios que han recibido pagos también a través de esta moneda complementaria. Para utilizar REC sólo hay que bajarse la aplicación y darse de alta en el sistema, una vez realizado esto el usuario puede recibir y pagar con esta moneda ciudadana. Hay varias experiencias en otras ciudades. Por caso la más popular nació en Bristol cuyo alcalde cuando la implementó en el 2012 comenzó a cobrar su sueldo íntegramente en Bristol Pounds de forma de promover su uso. En Toulousse, Francia la Sol-violette ya lleva más de diez años de implementación aunque su funcionamiento es en papel físico y sus billetes caducan tres meses después de su último uso, lo que impide que sea una moneda de ahorro y se destine a promover el comercio local.
En las primeras evaluaciones de estos meses el 95,3% de estos comercios ha notado un aumento de clientes a su comercio gracias al REC y, también un incremento en el volumen de las ventas.
A diferencia de estas otras experiencias anteriores el funcionamiento de esta moneda de intercambio sobre la tecnología Blockchain la vuelve totalmente segura y sobre todo fácilmente rastreable. Esa trazabilidad que permite saber la trayectoria de la moneda es la que la vuelve una gran oportunidad hacia el futuro de forma de eliminar la informalidad económica e impedir el uso del dinero para actividades ilegales y hacer imposible entre otras cosas los delitos económicos y la corrupción.
Es músico y escritor. Se me ha perdido una canción (2011), Mis canciones (2014) y Seré canción entonces… (2018) son sus tres discos. Ha publicado también la novela Una tumba sin nombre (2012) y el ensayo Renta Básica Universal: Por qué y cómo terminar para siempre con la pobreza. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Universidad Austral, Argentina), Master en Acción Política y Participación Ciudadana (Universidad del Rey Juan Carlos, España) y Diplomado en Gestión Pública (Instituto Tecnológico de Monterrey, México). Es fundador, director y editor de la Revista Algoritmo.
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