Dicen que un usuario promedio de Wechat abre la aplicación al menos unas 10 veces al día. Se ha pretendido explicarla en occidente como el WhatsApp chino pero sin embargo es muchísimo más que eso. De hecho, en algunos lugares del mundo, la aplicación permite desde vender y comprar casas hasta divorciarse.
Lo primero que tenemos que hacer es una aproximación a esta aplicación que más que una aplicación representa casi un sistema operativo en sí mismo. Hay quiénes dicen que sólo con WeChat se pueden reemplazar perfectamente: Facebook, WhatsApp, Tinder, Wallet, Mercado Libre y Skype entre varias otras. Incluso Google Play o el AppStore encuentra su reemplazante en el MarketPlace de la aplicación.
Una de las lecciones más poderosas que deja el éxito de WeChat a Occidente es que las redes sociales sirven para mucho más que para vender publicidad y comprar audiencias – lo que hacen Facebook, Twitter e Instagram – para encontrar rentabilidad más productivas e inteligentes y menos invasivas.
Hay quiénes dicen que sólo con WeChat se pueden reemplazar perfectamente: Facebook, WhatsApp, Tinder, Wallet, Mercado Libre y Skype entre varias otras. Incluso Google Play o el AppStore encuentra su reemplazante en el MarketPlace de la aplicación.
Una de las funciones más interesantes es la de «social commerce». Este funcionalidad es utilizada por Mercado Pago y permite que sumemos nuestra información de pago (tarjeta de crédito, paypal, etc.) y que «incorporemos» pagos en nuestra actividad social. Eso permite que compramos o vendamos, que recarguemos el móvil, paguemos servicios públicos o tarjetas de crédito, que enviemos dinero o dividamos una cuenta entre varios, lo invirtamos, lo prestemos, hagamos donaciones o incluso que lo juguemos en la lotería. Las utilidades son infinitas – se calcula que hay al menos 580.000 microprogramas diferentes para incorporar – y cada vez se suman más y más.
Una de las lecciones más poderosas que deja el éxito de WeChat a Occidente es que las redes sociales sirven para mucho más que para vender publicidad y comprar audiencias
Obviamente WeChat ha recibido muchas críticas por su «actitud colaborativa» con las autoridades chinas, incluso Amnesty Internacional la ha catalogado como una de las aplicaciones que menos cuida la privacidad de sus usuarios respecto de la ambición de información de los gobiernos. La empresa se defiende diciendo que sólo se remite a cumplir la ley de China pero hay cientos de historias de policías deteniendo personas por sus conversaciones o contenidos intercambiados a través de WeChat. Como sea, en China es inevitable y aunque su ampliación internacional no ha explotado aún – está haciendo un interesante camino en India – es probable que Facebook, WhatsApp y otros copien sus funcionalidades muy pronto.
Lo interesante es que es un ecosistema pensado exclusivamente para movil y lo más impactante de todo: al menos 500 millones de personas usaran el código QR para pagar cosas. Hace unos días hablábamos de este proceso en Suecia a través de la aplicación Swish y lo que está significando, la desaparición del papel moneda físico en el mundo.
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