El ayuno intermitente ha ganado popularidad como una estrategia de pérdida de peso y mejora de la salud pero tienen beneficios y riesgos. Básicamente es un patrón de alimentación que alterna entre períodos de ayuno y alimentación. A diferencia de las dietas tradicionales que se centran en qué comer, el ayuno intermitente se enfoca en cuándo comer. Hay varias formas de ayuno intermitente, pero las más comunes incluyen desde suspender la ingesta de alimentos por 16 horas y comer en sólo las 8 restantes, comer apenas 5 días a la semana y reducir la ingesta a 500 calorías los otros dos días restantes o ayunar durante días alternos combinando días de consumo de alimentos normal a otros de apenas 500 calorías diarias.
Entre sus supuestos beneficios está la pérdida de peso ya que al restringir el período de alimentación, el ayuno intermitente puede reducir la ingesta calórica total. También se supone que pueda mejorar la salud metabólica porque existe alguna evidencia de que puede mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir los niveles de azúcar en sangre y disminuir el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.
El ayuno intermitente ha ganado popularidad como una estrategia de pérdida de peso y mejora de la salud pero tienen beneficios y riesgos. Básicamente es un patrón de alimentación que alterna entre períodos de ayuno y alimentación.
Otros beneficios tienen que ver con la promoción de la salud cardiovascular porque puede reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre y por otro lado algunos beneficios para la salud cerebral al estimular la producción de factores neurotróficos, proteínas que promueven el crecimiento y la salud de las neuronas, lo que potencialmente podría proteger contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Finalmente algunos expertos como el italiano Walter Longo han sugerido que puede prolongar la esperanza de vida al activar procesos celulares que promueven la longevidad depurando las células en el organismo.
Sin embargo el ayuno Intermitente puede no ser seguro para ciertas personas, incluidas aquellas con trastornos alimentarios, mujeres embarazadas o lactantes, personas con diabetes tipo 1, y aquellos que toman medicamentos que requieren alimentos para su absorción. Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios como irritabilidad, fatiga, mareos, dificultad para concentrarse y cambios en el estado de ánimo mientras se adaptan al ayuno intermitente. Está claro también que no reemplaza una alimentación saludable y equilibrada y que es fundamental consumir alimentos nutritivos durante los períodos de alimentación para garantizar que el cuerpo reciba los nutrientes necesarios. Por último si bien existen algunas evidencias que respaldan los beneficios del ayuno intermitente, se requieren más estudios a largo plazo en humanos para comprender completamente sus efectos sobre la salud, incluso hay una investigación que involucró unos 20 mil adultos sugiere que podría dañar el corazón.
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