En los últimos años hemos visto ponerse de moda – vinculado a una marca de bebidas – el Spritz en todo el mundo. La moda recomenzó en europa, puntualmente en Italia y se extendió rápidamente por todo el planeta. Sin dudas es una bebida ideal para el verano. Su mezcla de dulzura y sequedad lo transforman en una bebida excelente como aperitivo y también para beber bajo el influjo del sol.
La historia de la bebida comienza en tiempos de dominación Austro Húngara en el siglo XIX en el Veneto particularmente en Venecia y Trieste. Su origen se supone militar, como el del Gin Tonic. Los soldados alemanes habrían mezclado los vinos blancos de su patria con los bitters italianos buscando suavizarlos un poco con un «chorrito» de Soda ( de ahí su nombre «Spritz» -chorrito- en alemán) obteniendo una bebida refrescante.
No existe una única receta, en cada lugar del mundo se lo adapta, pero para generalizar podríamos decir que la receta clásica sigue las siguientes proporciones 40/30/30:
- 40 % de vino blanco, Prosecco o Champagne – preferentemente Demi Sec- .
- 30 % De Agua mineral con gas
- 30 % Bebida alcohólica de color rojo. Usualmente se usa el aperitivo de la marca Aperol, pero también hay otros similares y hasta se usa un poco diluido el Campari (Cuidado con no superar el total de unos 15 % de graduación alcohólica).
- Decorarlo con una rodaja de Naranja.
Con estas proporciones es imposible fallar. La primavera no espera y seguramente este año nuevamente el Spritz vuelva a copar las mejores barras del verano.
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