Impossible Foods es una de las startups que se jactan de haber encontrado el camino hacia la hamburguesa vegetal perfecta. La característica más destacada no es la nutricional sino que es que la hamburguesa tiene gusto a carne, es jugosa y también sangrante – aunque su sangre no sea animal – y su textura muy similar a su modelo animal. Los puntos a favor son muchos: no contiene gluten, cero colesterol y tiene el mismo nivel de hierro y proteínas. Sólo tiene 14 gramos de grasa total y apenas 240 calorías en lo que representan un 20 por ciento menos que su versión animal y todo esto claro, sin sufrimiento animal ni contaminación ambiental.
Hace un tiempo que diversas compañías se disputan en el mundo encontrar el sustituto perfecto a la hamburguesa. Las razones son múltiples: las hay ecológicas – el ganado contamina más que el transporte-, las hay nutricionales y hasta las hay de estilo de vida. Hay quiénes piensan en los insectos para suplir las proteínas, o en la impresión de carne en un laboratorio como la start up israelí Aleph Farms. Lo cierto es que nada más y nada menos que Burger King eligió a Impossible Foods para incorporar sus productos en un Impossible Whooper («100% Whopper, 0% Carne”, dice el lema) lo que pareciera ser una coronación significativa.
La característica más destacada no es la nutricional sino que es que la hamburguesa tiene gusto a carne, es jugosa y también sangrante – aunque su sangre no sea animal – y su textura muy similar a su modelo animal
La compañía ya vende sus hamburguesas en unos 7000 locales de Estados Unidos, ha empezado el proceso de exportación y también ha conseguido permiso para empezar sus ventas en los supermercados. Hace unos meses el FDA (Food and Drugs Administration) aprobó el uso del aditivo a base de soja que da el color rojizo y esto les permitirá vender también directamente en el comercio minorista a partir del pasado mes de septiembre.
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