La senadora demócrata Elizabeth Warren ha anunciado hace algunos meses su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. «Las grandes empresas tecnológicas tienen demasiado poder», ha dicho a la hora de explicar su propuesta para regular el sector tecnológico en su blog. Su propuesta podría partir al menos en dos a Apple, Google, Amazon y Facebook. Algo de esto ya ha dicho también el senador y candidato a presidente Bernie Sanders. Cualquier organización que gane más de 25 mil millones de dólares, deberá ser considerada como un servicio público y se les prohiba compartir o transferir información a terceros.
La propuesta es fuerte pero atractiva. En los fundamentos ha dicho que “Significa separar Facebook de Instagram y WhatsApp, Amazon de Whole Foods, Google de Nest, y más”. Lo que está propuesta pretende evitar es que estas plataformas utilicen el inmenso poder económico y político que tienen para definir las reglas a su favor y eliminar sus competidores.
Cualquier organización que gane más de 25 mil millones de dólares, deberá ser considerada como un servicio público y se les prohiba compartir o transferir información a terceros.
Las plataformas suelen realizar prácticas poco claras y monopólicas. Por caso, hace algunas semanas contábamos cómo Amazon utiliza la información de sus propias ventas para generar productos alternativos con su propia marca y competir con sus propios vendedores. Todos sabemos también que Netflix o Youtube utilizan sus propios algoritmos para producir contenidos o que Facebook privilegia determinados contenidos o ha tenido graves denuncias de fraude al reconocer que había inflado sus propios datos de alcance.
Lo que está propuesta pretende evitar es que estas plataformas utilicen el inmenso poder económico y político que tienen para definir las reglas a su favor y eliminar sus competidores.
A su favor está el hecho de que Amazon apenas pagó de impuestos el año pasado y hasta Donald Trump lo tiene hace tiempo en la mira. De que Google y Facebook están monopolizando el gasto mundial de publicidad haciéndonos cada vez más dependientes de su forma de distribuir los contenidos. «Esta propuesta extrema e injustificada, que se enfoca en un sector altamente admirado y de alto rendimiento, no está en línea con los valores progresivos, la mayoría de los cuales son ampliamente compartidos en el sector de la tecnología», ha sido el comunicado de la industria que empieza a vislumbrar un próximo escenario de batalla en las elecciones presidenciales.
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