Imaginemos por un momento que viajamos a 1962. La enésima nueva banda toca en las cantinas de Liverpool, Inglaterra. Un representante entusiasmado con “sus chicos” contacta a un productor musical. Le hace escuchar un par de temas de ese cuarteto. El productor se entusiasma y firma un contrato con ellos. Desde ese año con “Please Please Me”, produjo 13 albumes y 22 singles, convirtiéndose en el más celebre productor musical de la historia de la, quizás, más exitosa banda de todos los tiempos. Así George Martin ganó su apodo de “Quinto Beatle”.
Volvamos a 2020. Nuevos artistas salen cada día de las páginas y aplicaciones de YouTube, Apple Music, Tidal, Spotify, Deezer, etc. Ya no hay un representante ni un productor musical estrella en este mundo digital, fragmentado, desmediatizado sino un oyente entusiasmado que comparte una canción de un cantante que lo deslumbró. Pero el oyente quiere algo más que sólo compartir y se pregunta cómo podrá convertirse en socio de ese artista. Tiene que haber una forma (piensa). ¡La hay!
Ya no hace falta solo olfato para invertir en negocios, a partir de ahora, se podrá utilizar el oído. BRODR es la primera empresa brasileña especializada en la venta directa de fracciones de activos musicales (canciones o álbumes) a particulares o empresas. A partir del éxito en las plataformas digitales que tengan esos activos se obtendrá una rentabilidad.
Ricardo Capucio y Henrique Mascarenhas crearon BRODR una empresa que acerca a los artistas, compositores y productores a los inversores. La idea es sencilla: incrementar el valor y el crecimiento de la música.
¿Cómo funciona?
BRODR vende activos musicales de forma directa y fraccionada, generando sinergia entre autores, artistas, fans e inversores. Los propietarios de activos musicales o BRO’s (Brodr Right Owner) ponen a la venta una fracción de su trabajo, que puede ser una pista, un álbum o todo su catálogo, manteniendo siempre el mayor porcentaje del activo. El inversor obtiene el poder de comprar una fracción del activo denominado M-Share (Music Share). Y, de esta manera, se realiza esta asociación entre el BRO y el inversor.
Los BRO’s obtienen, no solo el anticipo de ingresos por los activos vendidos, sino por el impulso en plataformas y redes sociales. Con cada reproducción de una canción en YouTube, Apple Music, Tidal, Spotify, Deezer, etc., los titulares de los derechos de autor de la obra o la propiedad de grabación reciben una parte de la cantidad recaudada con su uso. Los montos en concepto de regalías se transfieren mensual o trimestralmente, directo a los inversores.
BRODR es la primera empresa brasileña especializada en la venta directa de fracciones de activos musicales (canciones o álbumes) a particulares o empresas. A partir del éxito en las plataformas digitales que tengan esos activos se obtendrá una rentabilidad.
El papel de BRODR es recibir los montos, verificar los informes y depositar automáticamente las ganancias en la cuenta de cada inversionista.
Entre los activos musicales que hay y que habrá puede estar el próximo Justin Bieber o Michael W. Smith o los Rollings Stones. El talento del inversor será saber detectar el talento del artista y su música. No hace falta experiencia, ni mucho dinero ni olfato para los negocios. Sólo hace falta oído para escuchar entre todo el “ruido” y sorprenderse si uno llegara a convertirse en otro “Quinto Beatle”.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Austral de Argentina. Emprendedor, entusiasta de la tecnología, graduado de Singularity University.
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