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Crece el cuestionamiento al Glifosato y la sospecha de que sería cancerígeno

glifosato

La acción de Bayer cayó 11 por ciento a raíz del juicio perdido en un tribunal de San Francisco frente a la presentación judicial de un jardinero que acusa a la compañía de no haber informado los riesgos que tiene su producto RoundUp un herbicida que contiene glifosato y cuyo uso para la fumigación de parques y jardines se encuentra bastante extendido.

La compañía alemana heredó todos estos productos después de haber comprado hace dos meses a la compañía norteamericana Monsanto en una operación de compra venta que atrajo toda la atención mundial por el volumen que representó (63.000 millones de dólares). Monsanto, una de las multinacionales más importantes del mundo se especializa en biotecnología y trasngénicos – fundamentalmente semillas – y herbicidas – que usan Glifosato.

Argentina es el primer consumidor mundial per cápita de Glifosato. Mientras Estados Unidos  hace un uso anual de 136 millones de litros (algo así como 0,42 litros por habitante) nuestro país supero los 187 millones y alcanza los 4,3 litros por persona. Según un estudio realizado por científicos del CONICET y publicado en la revista internacional «Environmental Pollution» «bajo las prácticas actuales, las tasas de aplicación son más altas que las tasas de disipación». 

Sumado a esto hace unos dos años se aprobó en la Provincia de Buenos Aires un proyecto presentado por el ex Senador Alfonso Coll Areco que habilita el uso de Glifosato hasta unos 10 metros de viviendas particulares. La norma tuvo el amplio respaldo del gobierno de María Eugenia Vidal y la promoción de su ministro de Agricultura: Leonardo Sarquís. Este último ha sido gerente de Monsanto en el pasado reciente. En el municipio de San Antonio de Areco, por el contrario , el Intendente Francisco Durañona y Vedia a prohibido su uso hace algunos años en una medida que generó polémica en ese entonces pero que hoy gana renovada legitimidad. El Intendente de Castelli, Francisco Echarrén ha planteado en estos días que planea impulsar una ordenanza similar a la de Areco para proteger a los habitantes de su distrito.

Argentina es el primer consumidor mundial per cápita de Glifosato. Mientras Estados Unidos  hace un uso anual de 136 millones de litros (algo así como 0,42 litros por habitante) nuestro país supero los 187 millones y alcanza los 4,3 litros por persona

Después del juicio perdido la semana pasada en Estados Unidos un tribunal de primera instancia brasilero ha prohibido su uso en Brasil preventivamente por unos 30 días y ha pedido a las agencias nacionales que se expidan acerca de la seguridad de su uso. Greenpeace ha solicitado la suspensión de su uso a nivel mundial y el Parlamento Europeo ya ha pedido hace tiempo la suspensión total de su uso en los próximos cinco años

Hace unos dos años se aprobó en la Provincia de Buenos Aires un proyecto presentado por el ex Senador Alfonso Coll Areco que habilita el uso de Glifosato hasta unos 10 metros de viviendas particulares. La norma tuvo el amplio respaldo del gobierno de María Eugenia Vidal y la promoción de su ministro de Agricultura: Leonardo Sarquís. Este último ha sido gerente de Monsanto en el pasado reciente.

El uso del Glifosato a nivel mundial se ha multiplicado por 12 en la última década. En Argentina el aumento de su uso es de casi 1000 por ciento en los últimos 20 años, lo que suena excesivo comparado con el aumento total de la producción que solamente lo hizo en un 30 % en el mismo período.

Hace unos 3 años, la Agencia Internacional para la Investigación de Cáncer dependiente de la Organización Mundial de la Salud había advertido sobre los riesgos para la salud humana que podría representar la exposición a Glifosato afirmando que: «Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin). También causa daño en el ADN y en los cromosomas de las células humanas». 

En Argentina el aumento de su uso es de casi 1000 por ciento en los últimos 20 años, lo que suena excesivo comparado con el aumento total de la producción que solamente lo hizo en un 30 % en el mismo período.

Otros estudios más recientes también de la Organización Mundial de la Salud, de la FAO y la Unión Europea sin embargo hablan de su baja toxicidad y su improbable vínculo con enfermedades de tipo genético como el cáncer. Afirman que el herbicida lleva 40 años en el uso de la agricultura humana y no ha generado ningún tipo de pruebas concluyentes en ese sentido. 

Como sea es importante convocar a agencias de salud independientes que permitan reevaluar su uso y garantizar de forma feaciente su seguridad. Mientras tanto, sería prudente que las autoridades políticas tomen una distancia prudencial en la exposición a este agrotóxico de los seres humanos.

 

 

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Etiquetas: , , , , , , , , , , Last modified: 29 noviembre, 2018
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