El hidrógeno es el elemento químico más abundante en todo el planeta y podría ser la solución para la crisis ambiental que estamos viviendo. El uso de combustibles fósiles en el transporte y la industria representan un tercio del total de las emisiones globales, por lo que encontrar una alternativa para esto es vital y decisivo, más después del fracaso de la reciente cumbre de la ONU sobre el cambio climático. El hidrógeno ha sido también el elemento que combustionó en el primer motor de la historia, el problema sigue siendo cómo separarlo del oxígeno (básicamente del agua que es dónde se encuentra) de una forma ambientalmente sustentable. La principal virtud de este elemento químico es que una vez quemado su único residuo es vapor de agua sin embargo el 99 por ciento del hidrógeno que se produce se hace en base a combustibles fósiles lo que contamina doblemente, en este sentido se está pensando en el «hidrógeno verde», es decir el hidrógeno producido a través de energía renovable como el sol o el viento.
¿Qué es lo que llamamos «hidrógeno verde»? Un reciente estudio de Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) afirma que el hidrógeno verde puede ser un elemento central para reemplazar las energías contaminantes en sectores de consumo energético intensivo y difícil de reemplazar por las fuentes de energía renovable. La molécula de hidrógeno produce menos energía que su equivalente de metano sin embargo la densidad de energía por unidad de masa de combustible es más alta. En el informe se explicitan tres tipos de hidrógenos diferentes: el gris – aquel que se produce a partir de fuentes de energía convencionales y contaminantes – , el azul – el que se produce igual pero cuyo dióxido de carbono resultante se trata – y el verde. Este último es el que abre esperanzas en los ambientalistas.
Las proyecciones indican que en los próximos cinco años la producción de energía a través del hidrógeno entrará en una fase abiertamente expansiva a partir de un costo de producción competitivo que podría reemplazar al gas y al diesel de la matriz energética, incluso algunos informes se aventuran a pronosticar que los sacará de carrera hacia el 2050 como fuentes de energía. Como dijimos antes su residuo es vapor de agua y no gases de efecto invernadero lo que ayudaría decisivamente a bajar el calentamiento global y mejoraría el ecosistema del planeta tierra.
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