En Argentina está trabada la ley de Etiquetado Frontal de Advertencias. Si bien ya tiene media sanción en el senado y dictamen para ser tratada en la cámara de diputados (dónde contaría con los votos para ser aprobada) su debate se encuentra suspendido y el presidente de la Cámara Sergio Massa dilata y no habilita de una vez su discusión. En los sectores que impulsan la ley hay muchas sospechas acerca de las fuerzas que el poderoso lobby de la industria alimenticia tiene para impedir esta discusión. No es la primera vez que en Argentina se impulsa esta discusión y es frenada por fuerzas poco claras. Si bien la norma cuenta con el apoyo de un sector importante de la coalición gobernante, fundamentalmente la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti – también manifestó su apoyo Cristina Kirchner – y la bonaerense Florencia Lampreabe en Diputados, no se entiende demasiado porqué la discusión final se posterga tanto. De hecho, si la norma no se vota antes de Octubre podría perder su carácter parlamentario y tener que comenzar la discusión nuevamente el próximo año.
También llamó la atención que el actual Secretario de Relaciones económicas internacionales de la Cancillería haya manifestado su preocupación al afirmar falsamente que el etiquetado contradecía las normas de etiquetado del Mercosur. Dos falacias: la primera es que Uruguay ya tiene este etiquetado y nada ha sucedido, y por otro que las normas del Mercosur son un piso mínimo, no un techo de información. La norma tiene el apoyo del Ministerio de Salud y su Secretario de Calidad de Salud Arnaldo Medina, pero evidentemente la Cancillería utiliza todo su poder para impedir que se sancione.
Si bien la norma cuenta con el apoyo de un sector importante de la coalición gobernante, fundamentalmente la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti – también manifestó su apoyo Cristina Kirchner – y la bonaerense Florencia Lampreabe en Diputados, no se entiende demasiado porqué la discusión final se posterga tanto. De hecho, si la norma no se vota antes de Octubre podría perder su carácter parlamentario y tener que comenzar la discusión nuevamente el próximo año.
Esta semana especialistas de toda la región confirmaron que el etiquetado frontal de advertencias es una excelente herramienta para mejorar la nutrición en la compra de alimentos y que esa política pública ha ayudado a que miles de familias en Chile, Perú, México, Colombia y Uruguay mejoren su salud. La evidencia es contundente y no admite dudas, en una región con los indicadores más altos de obesidad infantil del mundo es decisivo emprender una política pública. La Argentina por caso encabeza los rankings a nivel mundial, es hora de que la dirigencia política esté a la altura y sancione una ley de máximo interés público-
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