Un extenso estudio de la revista médica «The Lancet» afirmó que la pobreza afecta más la salud que factores de riesgo comunes como la obesidad, el alcohol y la hipertensión. Estos tres factores son considerados junto con el tabaco como los principales vectores de las ENT, las enfermedades no transmisibles que significan el mayor desafío que la salud pública de los países desarrollados tiene por delante. El estudio incluyó la información de 1,7 millones de personas y concluyó que la pobreza afecta la salud de las personas en la misma proporción que el sedentarismo y por encima del triángulo obesidad, alcohol e hipertensión; menos que el tabaco – que reduce la esperanza de vida de una persona en casi 5 años-.
Según los autores del estudio: «El bajo nivel socioeconómico es uno de los indicadores más fuertes de la morbilidad y mortalidad prematura en todo el mundo».
El gran cuestionamiento que plantea este tipo de estudio es si no es preciso incorporar la desigualdad social y la pobreza como un decisivo efecto negativo de la salud. Los estudios de campo que existen sobre la renta básica universal concluyen que la salud mental de los participantes mejoró de forma sustantiva, es decir la reducción del stress que la pobreza genera en las personas es abiertamente mensurable y cuantificable y repercute decisivamente en la vida de las personas. Según los autores del estudio: «El bajo nivel socioeconómico es uno de los indicadores más fuertes de la morbilidad y mortalidad prematura en todo el mundo».
La pobreza reduce la esperanza de vida de las personas en 2,1 años en adultos entre 40 y 85 años. El sedentarismo reduce 2,4 años, la hipertensión en 1,6 años, el consumo de alcohol reduce en medio año la esperanza de vida, la obesidad en cambio afecta en 0,7 años. Los factores de riesgo más significativos resultaron el consumo de tabaco en 4,8 años y la diabetes reduciendo la perspectiva vital en casi 4 años. En definitiva incorporar la pobreza como parte de la política sanitaria de un país podría repercutir significativamente en aumentar la esperanza de vida en todo caso es interesante que en el debate mundial empiecen a aparecer nuevos enfoques.
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