Cuenta la leyenda que en una ciudad vivía un hombre con fama de gran sabiduría.
Un joven, conversando con un amigo, le dijo que había descubierto la forma de engañar al sabio:
“Voy a llevar un pájaro que sujetaré entre mis manos. Cuando llegue le preguntaré si está vivo o muerto. Si dice que está vivo, lo apretaré y una vez muerto lo dejaré caer al suelo; si dice que está muerto abriré las manos y se irá volando”.
El joven llegó hasta donde se encontraba el hombre sabio y le preguntó:
“Sabio, el pájaro que tengo entre mis manos ¿está vivo o muerto?”
El sabio miró al joven y le dijo:
“Muchacho, la respuesta está en tus manos”.
En ese osado joven podría espejarse, si quisiera, cualquier persona que haya “descubierto la forma” de cambiar, de prosperar, de innovar; el sabio… el sabio sería el presente rutinario, el estado de las cosas, el trabajo, el mercado y el contexto dado, que tienen fama de gran sabiduría; el ave en las manos del muchacho expresaría los sueños, proyectos, ideas, deseos y ansias que acarrea cada hombre al nacer, lo que acontecerá el día después ¡tal vez mañana! Esta breve y simple historia esconde varias analogías con lo rutinario del vivir.
La ciudad sigue siendo hoy el espacio físico e intelectual desde el cual se puede construir el bienestar y el progreso. El desafío que tienen las personas es provocar indistintamente a la sabiduría del estado de las cosas, el Estado y el mercado, con espíritu emprendedor, discutidor, desacoplando preconceptos y prejuicios. El espíritu joven proporciona innovación, crecimiento y competitividad para “engañar” a los sabios de lo trillado, de los lugares comunes, del status quo. La respuesta de cómo cambiar sigue siendo la misma de siempre. Veamos.
Que viva o muera lo que llevamos en las manos es nuestra exclusiva responsabilidad. El ser humano es naturalmente emprendedor porque conecta, sin cesar, los puntos de lo que no está haciendo contacto. Y desde lugares insospechados de los pueblos, ciudades, barrios y villas nacen diariamente proyectos que hacen eso con foco en el trabajo decente y el crecimiento económico, otros que buscan reducir la desigualdad y terminar con la pobreza, algunos que quieren que florezca la producción y el consumo responsables y aquellos que exploran acciones beneficiosas para el clima, la salud, el bienestar y el hambre cero. Crear ciudades y comunidades sostenibles con educación de calidad es el camino óptimo para modificar la realidad. Como siempre, la clave para poder efectuar esas conexiones y plasmar esos proyectos es la confianza en uno, y para tender un puente la confianza mutua. Sin ella no hay posibilidad alguna de encuentro.
Sumatoria es un puente de confianza mutua que conecta personas. Es una plataforma digital que acerca a cualquier individuo que quiera convertirse en inversor consciente (o de impacto) con emprendedores sociales (y viceversa). También une a las organizaciones territoriales de inclusión financiera sin fines de lucro que se encargan de la selección de los emprendedores sociales, la administración de las inversiones, y de la capacitación y acompañamiento para fortalecer a los que recibirán esa inversión.
Sumatoria publica casos modelos permitiendo que cualquier persona pueda realizar una inversión de impacto. Las organizaciones territoriales de inclusión financiera otorgan créditos y publican la información de los créditos otorgados. Toda persona interesada en realizar una inversión de impacto puede hacerlo participando en el crédito otorgado y obteniendo rentabilidad. El dinero de las inversiones se envía directamente a la cuenta bancaria o de Mercado Pago de la respectiva organización de inclusión financiera. La confianza mutua es la pieza clave para transformar las finanzas hacia modelos más sostenibles, inclusivos y regenerativos.
Sumatoria es un puente de confianza mutua que conecta personas. Es una plataforma digital que acerca a cualquier individuo que quiera convertirse en inversor consciente (o de impacto) con emprendedores sociales (y viceversa).
No son muchos sin embargo los que se animan a desafiar al hoy, los que “descubren la forma de engañar al sabio” dejando de copiar el ayer hasta el infinito. Algunos dejarán volar sus sueños, concretándolos, y emprenderán con énfasis diversos, a escalas distintas, con objetivos diferentes. Serán generadores de actividades, oficios, negocios, empleos que ayudarán a hacer crecer la economía. Otros, colaborarán siendo parte de esas iniciativas a través de Sumatoria sumando, aportando, perfeccionándolas.
Sumatoria brinda una oportunidad para romper la inercia de la cotidianeidad, para mejorar la realidad, para cambiar positivamente algo pero, al hacerlo con una mirada social, sustentable y de impacto empalma todavía más puntos en la ecuación del crecimiento económico, no solo multiplicando el capital sino agregando a las muchas personas que no se benefician directamente de la expansión económica y el efecto derrame. Este es un mecanismo para alcanzar impacto social auténtico, desarrollo sustentable y multiplicable.
La respuesta, una vez más, es la misma de siempre: el hoy y el futuro están en nuestras manos.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Austral de Argentina. Emprendedor, entusiasta de la tecnología, graduado de Singularity University.
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