Bürgergeld es el nombre que recibe la nueva prestación ciudadana que reemplaza la prestación por desempleo y otras políticas sociales y que se transformará en una especie de renta mínima ciudadana en Alemania. La novedad es que elimina o eleva algunas condicionalidades que tenía la prestación de desempleo – como el valor del propio patrimonio – y baja significativamente los requisitos que tenía la prestación anteriormente. En el fondo lo que busca el gobierno es que las personas puedan focalizarse en su reinserción laboral y no tanto en cómo sostener los requisitos burocráticos para seguir recibiéndola cronificando a algunos de sus beneficiarios. La medida se parece más a el Ingreso Mínimo Vital español o la Renta de Ciudadanía italiana, un camino en el que parecieran estar migrando los sistemas de seguridad social europeos.
La idea de esta renta mínima ciudadana es favorecer la inserción laboral de las personas y promover su capacitación de forma estratégica financiándola. La anterior política pública obligaba a los beneficiarios a aceptar trabajos mal pagos o lejos de sus domicilios por lo que terminaba perjudicando la inclusión laboral, las personas terminaban trabajando obligados en empleos que no toleraban mucho tiempo y de baja calificación. Lo que se busca con este nuevo esquema es potenciar al individuo acompañándolo en un proceso de desarrollo personal. Si bien se mantienen las sanciones para quiénes no vayan a las citas de la agencia de empleo o no participen de actividades formativas los controles en líneas generales se han vuelto más laxos.
La medida se parece más a el Ingreso Mínimo Vital español o la Renta de Ciudadanía italiana, un camino en el que parecieran estar migrando los sistemas de seguridad social europeos.
Bürgergeld significa literalmente dinero ciudadano y si bien la propuesta fue criticada por la oposición democristiana finalmente y con algunos cambios consiguió ser aprobada en el Senado dominado por la oposición. La renta mínima beneficiará a más de 3,7 millones de personas en un contexto de aumento de la pobreza y sobretodo de un fenómeno cada vez más habitual en los países en desarrollo: los trabajadores pobres. Alemania tiene por casa un desempleo de apenas 5,4 % y una cantidad de empleos sin cubrir por falta de personal calificado de casi un millón.
Es músico y escritor. Se me ha perdido una canción (2011), Mis canciones (2014) y Seré canción entonces… (2018) son sus tres discos. Ha publicado también la novela Una tumba sin nombre (2012) y el ensayo Renta Básica Universal: Por qué y cómo terminar para siempre con la pobreza. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Universidad Austral, Argentina), Master en Acción Política y Participación Ciudadana (Universidad del Rey Juan Carlos, España) y Diplomado en Gestión Pública (Instituto Tecnológico de Monterrey, México). Es fundador, director y editor de la Revista Algoritmo.
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